La tormenta de esta noche ha vuelto a causar daños en las Pilitas, y el agua entró en la Casa de Pueblo

La tormenta que se ha desencadenado esta noche, aunque mucho menos intensa que la que ocurriera en septiembre pasado, ha vuelto a causar balsas de agua, escorrentías e inundaciones en los sitios ya de costumbre.

La calle de las traseras del Pabellón Antonio Luis Galea, era un rio de agua procedente de la tubería de desagüe que lleva más de un año sin encauzar y abierta. Esto, unido al agua lógica de las alcantarillas que desembocan en el arroyo de las Pilitas y al cauce del propio arroyo ha supuesto que el agua saltara por el puente de las Pilitas.

La Casa del Pueblo

En la Casa del Pueblo ha entrado de nuevo el agua, en menor medida que en la tormenta anterior, pero la suficiente como para dañar las maderas de las puertas.

«Cada vez que llueve un poco más de lo normal tenemos este problema; los del seguro van a dejar de atendernos»- señalaba a este periódico el secretario general del PSOE Juan Barrientos que estaba achicando agua con un cepillo.

Según los vecinos de esta zona, el problema es que las alcantarillas, en la zona de Fuente Garrafa, se encauzaron con tubos de escaso calibre y el agua cuando llueve con cierta intensidad retrocede para salir justo por las rejillas que están delante de la Casa del Pueblo.

«Mientras no se arregle este tema del alcantarillado en la zona de la carretera, justo antes de la Fuente Garrafa, seguiremos así»- explica Barrientos.

Otras zonas

En el camino del cementerio, también se han producido las balsas de agua habituales, justo en la zona de la conjunción de los caminos por donde el agua ha bajado con fuerza. En el campo la tormenta ha causado también las inundaciones lógicas en zonas ganadas por los cultivos a los arroyos mal encauzados o en las plantaciones de viñas y olivos que están en zonas más bajas.

Aunque se esperaban lluvias para hoy, no se dio en esta ocasión ningún tipo de aviso.