La sierra de San Cristóbal escenario de la primera gran batalla de la Guerra Civil,el 5 de agosto de 1936
Los Santos fue el primer pueblo donde la columna de la muerte encontró resistencia ·
La columna de Asensio llegó desde Sevilla y creyó que podría entrar fácilmente en Los Santos pero se encontró con una defensa de soldados profesionales y milicianos que les esperaban en la Sierra. La batalla duro un día
Lucio poves
Jueves, 5 de agosto 2021, 13:01
La sierra de San Cristóbal escenario de la primera gran batalla de la Guerra Civil,el 5 de agosto de 1936
Los Santos de Maimona, un pueblo de la provincia de Badajoz, fue el primer pueblo donde la columna de la muerte, dirigida por el coronel Asensio, encontró resistencia, dando lugar al primer choque nacional entre milicianos republicanos y sublevados.
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El 5 de agosto de 1936 llega una parte de la columna de la muerte que anteriormente se había dividido en dos y encaminada en direcciones distintas. Antes de la llegada de estos soldados sublevados, el ejército republicano, estando ya al corriente del avance de esta columna, coloca un frente en la Sierra de San Cristóbal. Este frente, liderado por el Coronel Puigdengolas, estaba formado por el ejército republicano, algún militar profesional (procedentes de Badajoz), y sobre todo por milicianos. Esta formación tenía unos treinta camiones y se extendía al largo de unos tres kilómetros.
El Coronel Asensio llega a Los Santos entrando por la carretera de Sevilla y, se encuentra con la oposición del frente republicano que les disparaba desde la Sierra de San Cristóbal. Pero las tropas republicanas cometieron el error de asentarse todas en la Sierra dejando desprotegido la otra entrada hacía el pueblo. Así, las tropas del Coronel Asensio disparan hacia el castillo y al no recibir respuesta, aprovechan esta circunstancia para rodear a las tropas milicianas. De manera que una parte de las tropas franquistas se quedan luchando contra los asentados en la Sierra de San Cristobal, mientras que otra parte de la columna franquista se dirige hacía el castillo para entrar en Los Santos y sorprender a las tropas republicanas.
Los republicanos vieron que la columna del coronel Asensio iba tomando posesión en la batalla. Al atardecer, el pueblo fue bombardeado, y los defensores solicitaron refuerzos en los siguientes términos:
«Llevamos cinco horas combatiendo con lucha muy ruda contra un enemigo que cuenta con camiones blindados, artillería y mucha ametralladora y aviación (seis aparatos), que han bombardeado constantemente. A pesar de ello, nuestras fuerzas han hecho retroceder al enemigo, pero en este momento reacciona y ataca con enorme energía. Se piden urgentemente algunos aparatos para esta misma tarde, con objeto de que esta Columna compuesta por más de 2000 hombres perfectamente pertrechados, rompan esta línea y continúe en su objetivo hacia Cáceres y Madrid.» Estas peticiones nunca fueron respondidas y resultó una derrota para ellos.
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Las tropas franquistas tomaron el pueblo alrededor de las siete de la tarde, por lo tanto, la batalla duro simplemente unas horas. Desde ahí los franquistas entraron en el pueblo y empezó la represión. Al día siguiente de ser tomado el pueblo, la calle principal se llenó de militares y de camiones sublevados y los soldados franquistas formaron en la Plaza de España como símbolo de la victoria en la batalla.
Una vez el pueblo fue tomado a manos de los franquistas, el mismo día 5 de agosto se nombró por parte de los responsables de las tropas franquistas una gestora en el Ayuntamiento, donde nombró como alcalde provisional a Juan Blanco Gordillo, y como vicepresidente a Juan Murillo, a partir de estos momentos, comenzó una fuerte represión contra los vecinos más desfavorecidos y sobre todo, con aquellos que aparecían en los listados de afiliados a la Casa del Pueblo que fueron perseguidos y asesinados.
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Se llegó a fusilar alrededor de unas 118 personas, los testigos nos cuentan que a unas 20 personas las llevaron al Santuario de la Virgen de la Estrella donde fueron fusiladas y enterradas en algún sitio desconocido, a fecha de hoy, aún nadie sabe el paradero de esas 20 personas.
HAY QUE CONOCER LA HISTORIA PARA QUE NO SE REPITA.
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