¿Puede arder la sierra de los pinos por falta de limpieza?

Cuando a través de los medios de comunicación se muestras las devastaciones que producen los fuegos, los vecinos de Los Santos piensan en la Sierra de los Pinos que tan cercana está del pueblo. Esta sierra, por su extensión de menos de 50 hectáreas, no cuenta con un plan específico de incendios. Se trata de un espacio, propiedad municipal, pero declarada de utilidad pública por lo que su gestión depende de los servicios forestales – Servicio de Ordenación y gestión Forestal- de la Junta de Extremadura. A los agentes forestales les corresponde la limpieza del lugar, siempre contando con la colaboración ciudadana- de no ensuciar- y del propio ayuntamiento. Es un lugar muy frecuentado por paseantes que tambien dejan mucha basura.

Este monte de pinos no tiene aún un plan técnico de gestión, lo que impide que lleguen los fondos europeos suficientes para su perfecto mantenimiento y en ello está la Junta de Extremadura- en la redacción de dicho plan- para que dichos fondos puedan también ser utilizado.

Poco combustible

Fuentes consultadas por este periódico sobre la posibilidad de que este monte arda, indican que técnicamente es más difícil que, por ejemplo, salga ardiendo la cercana Sierra de los Olivos.

«No hay vegetación de base, el incendio de copas es más complicado y aunque no lo parezca, hay cortafuegos como por ejemplo el trazado de la línea eléctrica, la carretera y camino forestal. Además es un lugar muy cercano al pueblo que, en caso de un incendio, seria fácilmente sofocable»- señala un experto.

A este periódico han llegado quejas de vecinos sobre la aptitud incívica de ciertos vecinos que, tras disfrutar del paraje a la sombra de los pinos, dejan las basuras tiradas. No es la primera vez que grupos de vecinos, con el apoyo del Ayuntamiento, han hecho batidas para recoger basuras.

Limpieza de la sierra

Nos consta que mucha gente de forma individual y anónima bajan cargados de papeles y latas muchos días y que ciertos colectivos se juntan para limpiar la sierra, que los paseantes y corredores cuidan como si fuera nuestra su casacasa.

Pero no es suficiente porque luego llega cualquiera, al punto más alto de la subida, se come, por ejemplo, unas pizzas y deja las cajas allí.

«Hoy he pasado yo como podía haber pasado cualquiera y me las he bajado a un contenedor del merendero. Mañana otras cajas como esas, latas, pañuelos, cajas de zumo, litros de cerveza en botellas de cristal pueden ayudar a que nuestra querida sierra salga ardiendo. Eso es sólo un ejemplo luego, que nadie diga qué pena cuando salgamos a la calle y lo veamos todo negro o por la tele. A veces vemos las cosas muy lejos pero lo podemos tener bien cerquita». Escribe en lector de Hoy en sus redes sociales.