Un nuevo domingo de emociones con el segundo grupo de las primeras comuniones
16 niños y niñas han recibido, por primera vez, a Jesús Sacramentado ·
Comuniones en Los Santos que se prenden en la memoria de todos los cristianos por lo entrañable que las preparan desde los sacerdotes de la parroquia hasta los catequistas, padres familiares y amigos de los niños. Con un altar lleno de flores y de símbolos que transmiten a una Iglesia en acogida.
Otros 16 niños y niñas que se han venido preparándose con sus catequistas para hacer la primera comunión, han visto como llegaba su gran día. Desde bien temprano, cuando empezaron a vestirse con los trajes de la comunión, que cuestan una pasta, pero que quien no hace el esfuerzo de proporcionárselos en un día tan importante para ello.
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En procesión
Acompañados de sus padres llegan a la casa de la cultura donde se reúnen todos y, en procesión, cantando, llegan por el paseo hasta la Iglesia Parroquia. Sus padres los esperan y en ese momento las lágrimas afloran y un volar de mariposas se hace sentir en el estómago. Los familiares con las mejores galas, todos pendientes, muchas fotos…sabor a fiesta.
Ellos han sido preparados por sus catequistas, con un trabajo ciertamente de entrega y voluntariedad, para que conozcan a Jesús y, en la ceremonia, dan prueba de sus conocimientos. El coro Estrella y Camino cantando, las lecturas, la predicación del sacerdote…y el momento de tomar por primera vez la sagrada comunión.
A las madres
Un canto a las madres, unas miradas tiernas, las huchas de los ahorros para las necesidades de la Iglesia en países de misión, un diploma con la imagen de la Virgen que indica que el niño o la niña han recibido a Jesús Sacramentado, y la visita a la Imagen de la Virgen de la Estrella, acompañados de los padres, niñas y niñas felices, esperando ya los regalos y el agasajo gastronómico en restaurantes, bares, corralones o allí donde la familia disponga. El gran día que nunca van a olvidar.
Comuniones en Los Santos que se prenden en la memoria de todos los cristianos por lo entrañable que las preparan desde los sacerdotes de la parroquia hasta los catequistas, padres familiares y amigos de los niños. Con un altar lleno de flores y de símbolos que transmiten a una Iglesia en acogida.
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