Ha muerto Juan Lorenzo, un soñador y hombre de gran altura física y moral

Acaba de morir Juan Lorenzo Amador Montaño. Un tumor cerebral ha sido la consecuencia de su muerte acaecida en el Hospital de Zafra, aunque desde hace meses vivía en la Residencia de Mayores Las Mercedes de esa ciudad, donde tuvo que pasar las consecuencias del COVID -cuando toda la residencia sufrió el impacto de la pandemia -y del que se recuperó. El entierro será este domingo a la una de la tarde en la Parroquia Ntra. Sra. de los Ángeles de Los Santos.

Era Juan Lorenzo un personaje especial. Su altura le permitía que se le viera de lejos, pero en las distancias cortas Juan Lorenzo era un hombre hablador, comunicativos, que contaba sus experiencias con los libros que estaba leyendo, te informaba de la importante colección artística que tenía en su casa o de sus colecciones privadas. Fue esplendido cuando dijo que le habían tocado los cupones…se alegraba de los éxitos de los demás, aunque los demás lo tuvieran como alguien 'diferente'.

Todos tenemos en la mente la imagen de Juan Lorenzo, fumando en pipa y una copa con algún licor, leyendo la prensa y sus libros en la terraza del Bar Rosa o en el de Los Ángeles, de la Plaza de la Niña de la Tortuga. Lo recordamos con su andar pesado y apoyado en su bastón, en invierno con una mascota y en verano con gorra de visera. Juan Lorenzo se convirtió en el vecino más cariñoso del pueblo. Parándose con quien se cruzaba, siempre con una sonrisa amable, pero a veces crítico con las injusticias. Fue representante del circulo de Podemos en Los Santos y todos recordamos su presencia como apoderado en las elecciones. Tambien fue miembro de la Coral Santeña. sobresaliendo de sus compañeros en los escenarios por su altura. Y fue un ferviente abimadior de la Estrella.

Fue un hombre de fe, al que se veía con asiduidad en la Iglesia frecuentando la Eucaristía. Fue un hombre generoso, entregado a los demás; feliz cuando le tocó serlo y que sufrió la soledad en los momentos finales de su vida. Pero a pesar de su enfermedad, de sus operaciones, de sus rehabilitaciones, Juan Lorenzo nunca se entregó, hasta que por fin, un tumor cerebral – bien visible por el bulto que lo llevó al quirófano- acabó con su vida y con su idea de convertir su casa en un museo. Ha muerto un idealista, un lector empedernido, un buen cristiano…ha muerto el hombre más altos de los nacidos en el año 60. Y tenía sesenta años. Ha muerto un hombre de gran altura físca y moral.

Bien merece la pena, en esta necrológica, contar los aspectos más relevantes de su vida.

Juan Lorenzo Amador estuvo siempre atado en su vida a una enfermedad que le producía ataques epilépticos, lo que los médicos y él llamaba 'ausencias'.

Tal vez de no haber padecido de ellas, hubiera sido un importante jugador de baloncesto. Juan Lorenzo fue declarado 'el joven más alto de España' de los nacidos en la década de los sesenta- nació, con seis kilos de peso un día de San isidro de 1960. Con siete años Juan Lorenzo medía casi metro ochenta.

A los 12 años se fue al seminario de San Atón de Badajoz con una beca y se tuvo que salir por los mareos…Todavía tenía un grupo telefónico de los antiguos compañeros, hoy eminentes sacerdotes. De lo cual presumía

Tras volver del seminario, participa en un concurso de la Federación Española de Baloncesto «Operación Altura» con sus más de dos metros de altura.

Fue elegido el joven más alto de su década con 2 metros y 3 centímetros. Aitor García Reneses lo fichó para la Selección Juvenil Española de Baloncesto y estuvo concentrado en la Olímpica de 'Font Romeu', con otros 40 seleccionados. Al volver a Los Santos el Real Madrid le hizo ficha de juvenil. De hecho fue jugador de este equipo en la temporada 76/77, con diecisiete años. Un año bien aprovechado junto a Clifford Luyk, Wayne Bradender, Walter, Vicente Ramos, Cabrera, Fernando Romay, Llorente, Cristóbal, Prada…..Pero de nuevo los ataques de epilepsia llevan al médico del Madrid a darle de baja. Intenta seguir jugando a baloncesto en clubes muy importantes de la canasta, en País Vasco y Cataluña, pero el Madrid se lo impide.

El año 1.979 Juan Lorenzo vuelve a casa, con la idea de irse al seminario y finalmente entró en las vocaciones adultas de Los Misioneros Combonianos en San Sebastián. Terminó el BUP y se unió a muchas acciones de caridad desde su condición de misionero cuidando a personas desvalidas.

Tras el paso por el seminario, Juan Lorenzo siguió su vida, con rachas mejores y peores de su enfermedad, trabajó en distintos empleos de vendedor y de auxiliar sanitario en un hospital con enfermos siquiatricos en Málaga, se casó y tuvo una hija.

Fue operado realizándole una importante cirugía de cerebro y, finalmente, acabó en Los Santos, viviendo solo en la casa de sus padres, una vez que murió la madre a la que cuidó hasta el final de sus días.

Una vida dura la de este santeño al que su enfermedad no dejó llegar donde su altura le permitía