Lorenzo Gallardo descubre en un cerro, cercano a Los Santos, 'cazoletas' que podrían remontarse al Megalítico

Por encima del Huerto del Santísimo, en un alto que domina el valle de la rivera del Robledillo, se levanta un peñón que es visible desde muchos puntos de la población. Al mismo se accede por el camino del pozo Santigo del Moral, del cementerio viejo que va a la Saita. Tomando ese camino, en el alto a mano derecha, se encuentra la elevación de piedras fácilmente visibles.

El estudioso santeño Lorenzo Gallardo, en su permanente caminar por distintos puntos de interés arqueológico del pueblo, se ha fijado mucho en estas piedras que emergen del terreno; en muchas de ellas ha encontrado lo que los arqueólogos llaman 'cazoletas' y que no son, por cierto, muy frecuentes en la península ibérica

«Como ves- nos indica- son pequeñas cavidades redondas y de poca profundidad, labradas sobre las piedras, que mantienen una cierta alineación y que los estudiosos en la materia no se ponen muy de acuerdo para qué se utilizaban por los antiguos pero que sin duda nos están diciendo algo, nos lanzan un mensaje»- nos explica Lorenzo

Pudiera tratarse de dibujos de constelaciones, lugares de sacrificios, ofrendas a dioses, tablas de juego, símbolos de fertilidad femenina etc.

«La antigüedad, por lo menos, se remonta al periódico Megalítico, es decir entre el tercer y cuarto milenio antes de Cristo; tal vez sean de tribus errantes que tenían este punto como de observación del universos y dejaban estas oquedades perfectamente horadadas en la roca»- aventura Lorenzo cuyos ojos ven lo que no vemos otros aunque, ciertamente, estas cazoletas son fáciles de encontrar a simple vista.

El lugar también tiene su interés arqueológico ya que está situado en un promontorio sobre la rivera y con el castillo como lugar estratégico de asentamientos antiguos.

«De este lugar ya he dado las coordenadas a estudiosos de estas materias; a primera vista no se ven tumbas, no ha habido catas, por lo que se supone que la zona no estuvo poblada y tal vez solo era utilizada para ciertas actividades de los hombres primitivos» – aclara Lorenzo quien nos asegura que las piedras de la zona también ha sido utilizada como cantera para construcciones de casa cercanas. El terreno es de propiedad municipal

«Este enclave prehistórico está ya declarado a Patrimonio por el arqueólogo Bruno Franco a quien le he enviado la documentación, tras comprobar el hallazgo en el año 2.000 y encapricharme con ese cerrito desde el que se tienen unas vistas extraordinarias del pueblo y de uno de los primero molinos romanos sobre la rivera de Robledillo» .

Lorenzo Gallardo es un entusiasta de la arqueología y, en tiempos, donó al museo Municipal, Manuel Santiago Morato, todas las piezas que habría encontrado en los alrededores del pueblo, lo que constituyó un gran impulso a esta época prehistórica en dicho museo. En su incansable caminar por distintos puntos de los campos, alrededor del pueblo, Lorenzo ha ubicado molinos romanos y pozos árabes, por no hablar de la cantidad de vestigios de villas romanas, hoy cubiertas por viñas y olivares.

Al no tener la suficiente formación Académica, Lorenzo Gallardo se apoya en otros estudiosos para que escriban sobre sus descubrimientos y, en este caso de las cazoletas, también. Ya ha llevado hasta el lugar a directivos de la Asociación Histórico Cultural Maimona – con los que le une una estrecha relación- que han puesto mucho empeño en este nuevo hallazgo.