Los vecinos de la calle Ribera, siguen cumpliendo con el rito de 'vestir' a su Cruz de piedra

La fiesta de la Cruz, este tres de mayo, no ha pasado desapercibida en Los Santos y de nuevo, los vecinos de la calle Ribera, han 'vestido' su Cruz de piedra que está situada al final de la calle. Otro año más «han reivindicado que alguien tiene que arreglarla porque se mueve, y cualquier año se nos cae y se parte»

El arreglo de la cruz, lo vienen haciendo desde hace muchos años, como nos ha contado Aurora, una de las vecinas que tiene 91 años: «Antes rezábamos toda la noche veinte rosarios a la Santa Cruz y las flores las traíamos del campo; eran naturales y alrededor de la cruz poníamos una flores especiales que hacíamos de papel. La banda blanca que se coloca en la cruz de piedra, antiguamente estaba en la casa de 'Estrella la de las medias', porque la había hecho ella. La que luce ahora la cruz, la hizo una vecina hace unos veinte años. Siempre han sido los vecinos los que se han encargado de 'vestir' a la Santa Cruz bendita, Yo le rezo todos los días del año»- comenta Aurora.

Cuando Aurora era una más joven, cuenta, que se celebraba una pequeña velada. «Y venían las 'jeringueras' a echar los churros y se hacía chocolate, y los niños jugaban alrededor de la cruz; pero ahora solo queda esta ceremonia que hace la Cofradía de la Santa Cruz, con la ofrenda floral».

LA OFRENDA A LA CRUZ

Desde hace pocos años la Hermandad del Cristo Amarrado a la Columna, Santa Cruz, Santo Cristo Yacente y la Virgen de las Angustias, lleva a cabo, el tres de mayo tras la misa de la tarde, una ofrenda floral a la Cruz de piedra de la calle Ribera que 'visten' los vecinos, sacando sus macetas y poniendo flores de plástico alrededor de la base de la cruz. Este año han colocado, en acto de reparación por el robo de parte de la Imagen, un cuadro de la Virgen de la Estrella enmarcado en flores blancas.

La mayordoma de la Hermandad de la Santa Cruz, Marta Montaño, ha leído una oración y posteriormente se ha hecho la ofrenda. El acto ha estado presidido por el párroco Leonardo Terrazas.

Aurora también relata que la Santa Cruz de la Parroquia, que era de cristales que brillaban al sol, «se sacaba en procesión y llevaba un depósito de madera en la base que los agricultores llenaban de trigo; cuando se llenaba, se vaciaba en un costal y a seguir echando trigo que era para la hermandad, El mayordomo daba en su casa un refresco a los hermanos cuando la procesión llegaba a su puerta. Era una fiesta muy bonita en la que se implicaban mucho los hortelanos del pueblo. También en algunas casas de la calle, y en otras del pueblo, se vestían cruces que estaban estos días expuestas a la vista en algunas habitaciones de la casa que daban a la calle. Eran preciosas de papel de seda.». Concluye Aurora