«Yo siempre, poco balón y mucha armónica, junto a quienes en el seminario sí que sabían música»
Juan Antonio Candelario Soto, un eslabón imprescindible en la música de Los Santos ·
En los colegios donde ejerció Juan Antonio llevó la música a las aulas a través de altavoces que colocó en cada clase y con melodías a la carta que los alumnos empezaron a valorar
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Miércoles, 14 de agosto 2024, 11:11
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Juan Antonio Soto nació en 1941 en Los Santos. Con 10 años, ingresó en el Seminario de San Atón de Badajoz. Allí, entre sotanas, Juan Antonio tuvo el primer contacto con la música ya que perteneció a la Escolanía, dirigida por el eminente Cesáreo Bermudo y después a la Schola Cantorum dirigida por Carmelo Solís, quien años más tarde fue director del Conservatorio de Badajoz
«Yo siempre, poco balón y mucha armónica, junto a quienes en el seminario sí que sabían música. Y se me fue pegando. Siempre quise una bici, aunque nunca pude tenerla, pero sí una armónica, de aquellas que se compraban en Portugal de la marca 'O fado Portugués',» explica ahora quien no llegó a hacerse cura.
«Fui al seminario porque el entonces Párroco Antonio Manzano se empeñó después de que quedara segundo de la provincia en un concurso escolar sobre Historia Sagrada. El viaje a Badajoz lo hicimos juntos en tren y en la fonda donde nos alojamos, comí por primera vez con un plato solo para mí. En mi casa comíamos todos de un mismo plato en el centro de la mesa», explica.
El chico de la armónica
Con una armónica empezó Juan Antonio a tocar la música. Y en su casa, de la calle La Estrella, siguió estudiando por libre magisterio en la Escuela Normal, se examinó, y aprobó. Y se hizo maestro. A la primera, en 1963 aprobó las oposiciones. Tenía 21 años. Y elige Los Santos, su pueblo. Primer destino en la Campaña de Alfabetización, después en los colegios santeños: «Comencé en el Mauricio Tinoco y luego en el Juan Blanco de Los Santos. Antes, mientras preparaba mis estudios para maestro, surge la idea de fundar una tuna en Los Santos: La tuna surge del grupo de amigos que oyeron una tuna en la radio y el único que sabía algo de música era yo».
La tuna
Y dijo sí. Un sí que conllevaba el trabajo de aprender a tocar uno por uno los instrumentos.
«Sin saber música, solo sabía el solfeo aprendido en el Seminario. Para luego comprometerme a enseñar a quienes habían comprado sus bandurrias, guitarras y laudes».
Los instrumentos encargados a la firma Mariano Biú, llegaron a la casa de Juan Antonio pero de allí no salieron hasta que él los aprendió a tocar.
Él iba un escalón por encima de los demás tunos, solo manejaba el solfeo y con eso fue capaz de aprender a tocar la guitarra, el laúd y la bandurria y enseñar, por un método numérico, a los demás componentes de la tuna. Se convirtió en un líder con poco más 20 años. Juan Antonio Candelario no dejaba de sembrar música.
«En el Colegio Mauricio Tinoco creé una rondalla que, desde 1971, tuvo un gran éxito en festivales, concurso nacionales y de radio».
Ganaron un concurso provincial en el torneo Radio Escolar de Radio Nacional de España y representó a la provincia en la fase nacional «Después cree otra rondalla en el colegio Juan Blanco», explica.
En la escuela
En los colegios donde ejerció Juan Antonio llevó la música a las aulas a través de altavoces que colocó en cada clase y con melodías a la carta que los alumnos empezaron a valorar .Como él mismo dice «una lluvia fina que empapa el ambiente y que conseguía llegar a todo el alumnado a la vez».
Sembrador de afición más que músico, Juan Antonio fue una herramienta clave para la difusión de la música en Festivales de España en Los Santos. Tras la celebración del Carro de la Alegría en 1967, al año siguiente lo llamó el entonces alcalde, Francisco Murillo, como asesor artístico de Festivales. La banda sonora de las continuadas fiestas de la vendimia corría de su cuenta
«Mi casa se convierte en estudio de grabación, con buenos equipos que siempre he ido adquiriendo, de manera particular, y una gran discoteca y fonoteca que conservo en la actualidad».
Son de Los Santos
Juan Antonio Candelario se licenció en Filosofía y Letras por la Universidad de Educación a Distancia, siendo ya maestro, en la rama de pedagogía. Se jubiló en 2001 y en 2.009 de nuevo se anima a formar un grupo musical: 'Son de Los Santos' que aún mantiene su cartel.
«Yo comencé tocando la guitarra y el laúd en el grupo y siempre cantando porque, aunque tengo poca voz, al menos no desafino. También desde su creación, en el 2004, fui miembro de la Coral santeña y lo sigo siendo de ambas agrupaciones», explica.
Juan Antonio, el sembrador de música, ha dejado una buena simiente en sus hijas que como él mismo dice, «me han superado en conocimientos musicales. Yo sembré la afición y me quedé solo con el aprendizaje de cuatro o cinco acordes», cuenta.
Juan Antonio Candelario Soto, un eslabón imprescindible en la música de Los Santos. Un motivador para que la música empapase de lluvia fina a todo un pueblo. Por ello ya le fue concedida la Medalla de Oro de la Villa de Los Santos
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