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La salutación del rey Melchor LUCIO POVES
Día de Reyes lleno de ilusiones, comidas familiares, sorpresas y muchos regalos
YA VIENEN LOS REYES MAGOS

Día de Reyes lleno de ilusiones, comidas familiares, sorpresas y muchos regalos

LOS NIÑOS EN LAS CARROZAS DE LA CABALGATA MOSTRARON TODA LA MAGIA DE ESTA CELEBRACIÓN ·

El dichoso virus no pudo borrar de los ojos de los niños subidos en los remolques, la sonrisa de la esperanza y la magia del día de los Reyes.

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Jueves, 6 de enero 2022, 12:04

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Y en la Navidad del COVID, llegó el día de Reyes…luminosos, frio como manda el invierno y con los niños y mayores disfrutando de sus regalos.

Es tradicional que este día de Reyes los más pequeños de la casa acudan a visitar a sus familiares y amigos para conocer los regalos que hayan podido dejar sus majestades. A medio día no es difícil ver a estos niños montados en sus flamantes bicicletas o jugando con la infinidad de juguetes que se referencian en el almacén de los Reyes de Oriente.

Es día de comida en los bares y restaurante donde, a pesar de las cancelaciones de última hora, muchos santeños desafiarán todas las probabilidades de contagio COVID para mantener la tradición.

Día de Reyes después de la Cabalgata que con tanto empeño realizaron los tres colegios de la localidad – que llevaron el peso en la realización de las 12 carrozas- y también la guardería infantil Luna Lunera y la Asociación de Amigos de la Petanca. El Ayuntamiento los animó y apoyó desde un principio y fue, en definitiva, el único gran evento que se organizó en estas Navidades. Había gana de Cabalgata y, desde antes de las cinco de la tarde, ya se empezaron a congregar vecinos en la zona de Vistahermosa para contemplar lo que la imaginación de estos grupos habían diseñado. Gran trabajo el de todas las organizaciones que pusieron el empeño de devolver la Cabalgata al pueblo para el disfrute de todos. Genial la figuración de los niños en las distintas carrozas quienes, tapándose la cara con mascarillas, traslucían en sus ojos la magia de la tarde noche. El agua, que se esperaba, no apareció hasta que ltodos ya estaban de vuelta. El dichoso virus no pudo borrar de los ojos de los niños subidos en los remolques, la sonrisa de la esperanza y la magia del día de los Reyes.

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