Las peluquerías vuelven a abrir sus puertas con la agenda llena

Este martes 5 de mayo reabría el centro de peluquería y estética Rosa Mari. Esta veterana peluquera nos ha explicado cómo ha vivido esta experiencia, en la que la incertidumbre y sobre todo los nervios no se han despegado, tanto a la hora de cerrar su negocio, con cese de actividad y presentando un ERTE para las trabajadoras, como cuando desde este lunes ya pudo de nuevo abrir sus puertas.

Tras preparar todo el centro para la reapertura, especialmente en materia de protección y desinfección, este martes ya tenían la agenda completa. Sus clientas no han dejado de llamarles para asegurarse una cita lo antes posible.

«La gente está deseando de retomar su vida, de verse bien. Hay gente mayor que todavía tiene miedo, pero por lo general quieren volver a la normalidad», asegura Rosa Mari, quien también dice que ahora están arreglando más de un desperfecto hecho en casa durante el confinamiento.

A pesar de todo, para Rosa Mari, en lo que se refiere a los autónomos «no están aún las cosas muy claras», y se encuentra a la espera de medidas concretas que les dé una mayor seguridad», es por esto que a pesar de haber vuelto a la actividad, continua la inquietud de cara a cómo se afrontará el futuro.

Medidas de seguridad

Para poder atender a sus clientes, como otros negocios, han tenido que adoptar algunas medidas de seguridad que cumplen al dedillo. En esta peluquería se cuenta con la ventaja de tener un espacio amplio que facilita la separación interpersonal. Aun así han eliminado un puesto y la zona de espera. En los próximos días instalarán pantallas de metacrilato entre los lavacabezas y en la mesa de manicura. Ahora además todo es desechable y continuamente están revisando y desinfectando.

Por su parte, quien vaya a hacer uso de los servicios de este centro deberán acudir solo con cita previa y traer su propia mascarilla. A la entrada deberán desinfectarse las manos con gel hidroalcohólico que se les facilita.

Tampoco se podrá acceder al salón acompañado y se recomienda traer las pertenencias justas, que son introducidas en bolsas de plástico nada más entrar para evitar contactos. Cabe destacar que la primera hora se ha reservado para atender a las personas mayores.

Con todos estos cambios, las peluquerías tendrán que habituarse a trabajar de una forma distinta. «Aunque atendemos a menos personas ya que no podemos estar en el centro más personas de las permitidas, es estresante, hemos de estar desinfectando continuamente y vigilar que se cumplan todas las medidas de seguridad».

A pesar de todo, están contentas de volver a su trabajo y recibir a sus clientas con más ganas que nunca