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Antonio 'Orejilla' está a punto de cumplir los 87 años Lucio Poves
«Nunca se evenenó nadie con mis setas porque las conozco perfectamente»
Antonio González 'Orejilla'

«Nunca se evenenó nadie con mis setas porque las conozco perfectamente»

Ha sido minero,jornalero, recolector de setas y espárragos, albañil, temporero... camarero ·

Con nueve años, dejó la escuela de Don Antonio Calvo para irse a guardar guarros al cortijo de los Romeros donde estuvo hasta los 11. .

Martes, 12 de diciembre 2023, 07:48

Antonio González Márquez- el -Orejilla- nació hace 87 años en una de las casas de la calle Badajoz de Los Santos; eran 7 hermanos de los que viven 4 : Joaquín, que reside en su casa, y tres de ellos, el propio Antonio, su hermana Estrella y Quique, en la residencia de mayores alcalde Antonio Zapata de Los Santos. Siempre estuvo soltero.

A Antonio lo recordamos, hasta, hace bien poco- y a su hermano Quique igual- como grandes recolectores de setas y de espárragos que luego vendían al mejor postor.

Setero y esparraguero

«Las setas las conozco muy bien- explica Antonio- y en mi vida ni me envenené yo al comerlas ni se dio ningún caso, ni siquiera leve; yo las conozco muy bien y además casi siempre cogíamos las mismas; setas de chopo o de cardo y, a veces, algún boletus. Íbamos a por ellas adonde las había, aquí en el pueblo y a zonas muy abundantes como Fuente de Cantos o Monesterio».

También Antonio recogía los espárragos en su época. De diciembre a mayo...

«En Burguillos me conocían muy bien y, en cuanto empezaban las lluvias empezaban también a darse espárragos en las esparragueras blancas. Luego, mas adelante, venían los negros y algunos hortelanos sembraban en su huerta esparragueras blancas y los tenían casi todo el año», explica Antonio a quien en Los Santos le conocen, como al resto de su familia, por 'los Orejilla'.

«Así llamaban a mi padre por la forma de sus orejas y es la única herencia que nos ha quedado; a mí no me importa que me lo sigan diciendo», aclara Antonio.

Antonio un gran trabajador Lucio Poves

Niño trabajador

Con nueve años, dejó la escuela de Don Antonio Calvo para irse a guardar guarros al cortijo de los Romeros donde estuvo hasta los 11.

«De allí salí y me fui a trabajar a la Huerta del padre Juan, junto a la sierra de Cabrera, también aquí en Los santos. La huerta era de un cura de Villafranca y yo vivía allí, cuidando los guarros. La tía Luisa era la encargada de traer con la burra las hortalizas para venderlas en la plaza de abasto. Yo le aparejaba la burra y también venía a cada cierto tiempo a Los Santos a por las vituallas para los que vivíamos en la huerta. Allí estuve hasta los 18 años».

Minero antes de la mili

Antonio vivió parte de su adolescencia y juventud en el campo, conociendo los secretos de las plantas silvestres, viendo a los animales salvajes. Pero le esperaban otros destinos laborales. También fue minero

«Con 18 años me metí a trabajar en la mina de carbón de Los Santos y curiosamente estuve en el mismo pozo en el que quedaron atrapados unos cuantos mineros que salieron de milagro; en la mina estuve trabajando como un año y la dejé para irme voluntario a la mili», sigue contando Antonio.

Antonio tras la entrevista Lucio Poves

La mili la hizo efectivamente de voluntario en Madrid en El regimiento número 1 de Canilejas.

«Lo mejor de la mili es que, sin saber leer ni escribir porque me sacaron pronto de la escuela, estuve destinado en cocina y la pasé muy bien».

Albañil por media España

Reconoce que su experiencia en la cocina le serviría para sucesivos empleos; pero el más inmediato, tras la mili, fue trabajar como albañil en la presa de Tous en Valencia.

«Mi padre le escribió a Lolo que trabajaba en las obras de esta presa y me encontró trabajo y allí estuve año y medio»

La experiencia de Antonio como paleta pasó luego por Santander, haciendo carreteras, en Vitoria, Barcelona…

«Hasta que regresé al pueblo para volver a trabajar en el campo, con José Miguel, el Beato, que fue con el que más tiempo estuve».

Camarero

Pero el 'Orejilla' alternaba estos trabajos en el campo con el de camarero en los bares del pueblo: Marcelo Rodríguez, Bar Rosa, Labradores...

«También iba a Navarra en la época de la recolección de los espárragos blancos como temporero y allí un año me conocieron en el bar adónde iba y me contrataron como camarero. Yo no quería; mi idea era volverme al pueblo, pero me pusieron por delante un sueldo de 60.000 pesetas al mes y me quedé por Navarra dos años, en dicho bar…cosas de la vida…»

Feliz en la Residencia

A punto de cumplir los 87 años, Antonio vive feliz en la residencia de mayores donde sigue ayudando en lo que puede. Todavía está ágil.

«Si alguien, en un momento necesita de mí, ahí estoy, empujando una silla de ruedas o acompañando a quien sea…es mi forma de ser y así me he guiado siempre por la vida, libre, sopltero, pero haciendo el bien a los demás y trabajando muchísimo…sigo soltero y verdaderamente soy feliz, estoy muy bien en la residencia», concluye Antonio

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