Hace ahora un año que Mané Reyes fue elegido Presidente de Fundación Maimona en la reunión que el Patronato celebró ese día
«Soy Dr. Ingeniero Industrial y Máster en Administración de Empresas (MBA). Soy profesor titular de Proyectos de Ingeniería en la Escuela de Ingenieros Industriales de Badajoz, donde además de dar clases, llevo proyectos de investigación con grandes empresas. También escribo libros de índole técnica, para ingenieros, arquitectos, aparejadores, etc. Ya tengo publicados 42 por Anaya Multimedia. Tengo una empresa de formación, especialmente online, y soy vocal de varias asociaciones profesionales, por ejemplo, AENOR o el Comité Europeo de Normalización» – comienxza a decirnos Mané Reyes en esta entrevista que mantenemos en la sede de la Fundación.
«Pero desde el año pasado estoy más tranquilo porque vendí otra empresa que tenía, que ya contaba con más de 20 trabajadores y se me hacía muy complicado llevarla bien junto con el resto de las cosas. No me aburro».
-¿Con que ideas ha llegado el nuevo presidente a Fundación Maimona?
Se resumen en intentar maximizar el efecto beneficioso que tiene la Fundación Maimona en nuestro pueblo. Es un gran reto dado el gran trabajo hecho por mis antecesores en el cargo, más aún con la situación de máxima necesidad que tienen algunos de nuestros conciudadanos y la ya mermada situación económica de la Fundación Maimona.
Necesitamos estabilidad financiera, déficit 0, pero a la vez tenemos que seguir haciendo la labor social que siempre hemos venido haciendo. Esto no es una empresa; de serlo, con el capital humano y los activos que tenemos, sería muy fácil hacerla rentable. Aquí tenemos que reinvertir lo que podamos en el pueblo para poder seguir cumpliendo nuestros objetivos. Conjugar estos dos objetivos es mucho más difícil.
-¿Realmente el pueblo está identificado con la Fundación? ¿Sabe lo que se hace ahí a pesar de las informaciones que emanan de dicha fundación?
Probablemente no, o por lo menos no lo suficiente. Se sigue teniendo la idea de que la Fundación Maimona es una entidad en la que pedir apoyo económico, y eso es una parte muy reducida de lo que hacemos, probablemente la menos productiva e interesante.
La Fundación Maimona tiene sus puertas abiertas para enseñar a todo el que quiera acercarse a conocerla. Todos podemos colaborar en la Fundación Maimona para mejorar el pueblo y contamos con un gran grupo de voluntarios que, precisamente, dedican su tiempo a ayudarnos con nuestro cometido… a ayudar al pueblo. Por favor, si alguien no sabe qué hacemos y realmente tiene interés en conocerlo, que venga cuando quiera, será muy bienvenido. No obstante, creo que el pueblo se siente orgulloso de su fundación y sí nos conoce mejor de lo que pueda parecer.
-Al principio la Fundación comenzó ayudando con pequeños créditos a los pequeños emprendedores y eso se entendía muy bien ¿Ahora también se conoce y entiende la labor que lleva a cabo?
Claro, eso justo es lo que quería decir antes, cuando das dinero eres muy bien conocido, cuando no tienes tanto para dar y pides apoyo para seguir ayudando al pueblo, no se entiende tan bien. Pero la Fundación Maimona es una fundación cívica, lo que significa, en pocas palabras, que es un organismo privado que redistribuye el dinero que le llega según sus objetivos fundacionales. Como objetivo fundacional principal estaría el desarrollo económico y social del pueblo; por tanto, debemos seguir dando dinero para actividades sociales y debemos seguir apoyando de todas las maneras posibles a quienes apuestan por este desarrollo económico.
-¿Cómo se sigue financiando la Fundación? ¿Es posible que en un futuro necesite aportaciones económicas?
La única fuente económica que nos nutre es lo que regaló nuestro Patrono Fundador, D. Diego Hidalgo. Nadie más ha puesto nada en metálico, por lo tanto, el dinero se va agotando. Por eso, nuestros técnicos tienen que alquilar sus cualificadísimos servicios a otras entidades o empresas, para ir cobrando dinero que permitan reducir el déficit año a año. Y todo el tiempo que le dediquen a otros, es tiempo que no pueden dedicar directamente a Los Santos. Lo idóneo sería que alguien más tuviera ese sentido filantrópico y donara en vida o legara a la Fundación Maimona activos, del tipo que sea. Los que no tengan dinero o inmuebles, o no lo quieran donar, también pueden ayudarnos con su trabajo. Todos tenemos mucho para la Fundación y la Fundación tiene mucho para todos.
-Has comenzado de nuevo 'Maimona Directo' un programa de entrevista que se puede seguir por zoom en la página de la Fundación ¿Que sensaciones tienes de haberte hecho uno de los nuestros en esto de la comunicación?
Jajaja, yo no soy «uno de los vuestros», ni aspiro a ello, ni mucho menos, jajaja. Este programa yo lo veo como una puerta a que el pueblo se conozca un poco más. Que sepamos que nuestro vecino hace cosas muy interesantes, que en Los Santos hacemos cosas muy buenas en todos los sentidos, que somos un pueblo espléndido. Y es que muchas veces parece que se nos olvida. No soy uno de los vuestros, no me preparo las entrevistas, a veces elegimos al entrevistado unas horas antes, a veces llego al plató un minuto antes, como bien pudiste comprobar el viernes.
Creo que lo interesante de Maimona Directo es lo que dicen los invitados, yo solo estoy allí porque alguien tiene que estar preguntando cosas. Para mí es como si estuviera con el interlocutor en la barra de un bar, tomando una cerveza con él. Además, se me nota mucho que yo no sé hacer esto, solo sé preguntar lo que se me ocurre, como sabemos hacer todos. Mi única ventaja en esto es que no me pongo nervioso, que tengo ese desparpajo imprescindible en vosotros, los periodistas.
Tengo que confesar que muchas veces me lo paso muy bien entrevistando. Creo que si nos estamos divirtiendo transmitimos más interés y si me aburro entrevistando, también se me notará. Ya ves, de vez en cuando me doy cuenta de lo difícil que es ser uno de los vuestros, jajaja.
- La Fundación no ha podido celebrar de una manera colectiva el 20 aniversario de su creación, pero nos habéis animado a hacer de diciembre el mes de la solidaridad ¿Cuál es ese espíritu solidario?
Con esto de la dichosa pandemia todos hemos sufrido más o menos, de una manera u otra. Sin embargo, no todo ha sido malo. Hemos podido ver muy nítidamente lo que decía hace un momento, que todos tenemos mucho que ofrecer a los demás. Por ejemplo, los agricultores altruistamente desinfectaban las calles, la asociación contra el cáncer hizo miles de mascarillas que distribuyó gratuitamente, los monitores de la asociación de baloncesto no cobraron su nómina para ofrecerla al pueblo, el instituto prestó su impresora 3D para hacer pantallas a los dependientes de nuestros supermercados, que también hacían algunas personas particulares, y tantas y tantas organizaciones y personas que han sido solidarias con los demás. Por no hablar de tantos sanitarios que nos han atendido casi sin medios, arriesgando su propia salud por seguir haciendo bien su trabajo.
Todos estamos a la vez hartos, y muchos desmoralizados, de escuchar y leer en todos los sitios a todas las horas noticias negativas. Es hora de que también se sepan las cosas bonitas que hacemos, necesitamos esta positividad, necesitamos subir el ánimo, aunque sea solo por nuestra salud mental. Aprovechando este «buen rollo» que queremos transmitir, quizás también surjan nuevas iniciativas solidarias. Cada acción, por mínima que sea, es necesaria. Con respecto a la celebración del 20 aniversario, la verdad es que ha sido una pena, porque teníamos muchas ganas, pero lo importante es poder celebrar muchos más años. Ya celebraremos más cumpleaños y más éxitos para nuestro pueblo, eso sin duda.
Cuantas más gentes nos ayude de cualquier manera mucho mejor – y perdona que reincida en esto. Os necesitamos para seguir siendo útiles al pueblo.
-¿Como estás viviendo esta pandemia? ¿Se han visto truncados algunos proyectos de la Fundación desde el mes de marzo pasado por culpa de la COVID-19?
Personalmente lo que peor llevo es que mi madre tiene demasiado miedo a contagiarse, pero sé que esto va a pasar pronto y todo volverá a la normalidad. La parte buena es que he podido pasar mucho más tiempo con mis hijos, y esto no va a volver a la normalidad anterior, ya he aprendido que así es mucho mejor. Esto es una consecuencia positiva de la pandemia.
Por parte de la Fundación Maimona también es cierto que se han quedado muchas actividades sin hacer, pero el trabajo sigue siendo frenético. Ahora se me ha metido en la cabeza que necesitamos un Plan Estratégico y nos hemos involucrados todos los patronos, el Consejo Social y los propios técnicos en conseguirlo. Hay que aclarar que un Plan Estratégico es establecer las directrices a seguir en nuestro trabajo diario, es decir, no hacer lo que vaya viniendo, sino ir trabajando en lo que ya hemos acordado que deben ser nuestra hoja de ruta. Desde aquí invito a todo aquel ciudadano que quiera participar en esta toma de decisiones de la Fundación Maimona a que venga y participe. Todos sabemos muchas cosas muy interesantes y la Fundación Maimona necesita esa sapiencia colectiva. Esto no es un club de ninguna élite, no hay más privilegio que el de sentirse útil. La Fundación Maimona es un grupo de personas normales que quiere ayudar al pueblo y quien quiera puede venir hoy y comprobarlo personalmente.
-Y una última cuestión ¿Algún proyecto futuro, ya de cara al año que viene?¿Por dónde irán los pasos de Fundación Maimona en los próximos años?
Hay muchos proyectos en curso y muchos más previstos, pero realmente mi obsesión es terminar cuanto antes ese Plan Estratégico que te comentaba antes. De él saldrán nuestras próximas actividades a corto, medio y largo plazo. Puedo decir ahora que conseguiremos ser más útiles al pueblo con menos recursos económicos ¿Que qué varita mágica vamos a usar? La única que se ha demostrado que funciona, más vocación, más trabajo y mejor orientado. No tengo ningún secreto que no sea el de trabajar duro, ¿me ayudas?
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