Jesusito lo ha dejado todo por hacerse un gran artesano del cuero
ES INGENIERO Y HA TRABAJADO COMO TAL PERO SU DESTINO ESTABA EN LA ARTESANIA. ·
Jesús Vazquez Moreno hizo la carrera de Ingenieria Técnica Industrial en la especialidad de electricidad y trabajó para Eléctricos Vazquez en la redacción de proyectos de obra. También en la Biodiesel. Pero su amor por la artesania le hizo dejarlo todo por hacerse artesano del cuero. Es el único zapatero de Los Santos.El resumen de la historia vital de Jesús Vázquez Moreno – que el día que le hacíamos la entrevista cumplía 40 años- es su pasión por lo artesanal, por lo hecho a mano, por manufacturar e idear cosas. Desde niño – dice que son los genes de su abuelo- ya hacia manualidades en el colegio y en su casa y nos enseña una cuchara de corcho que moldeó cuando era un niño.
Jesús Vázquez- popularmente llamado por su familia y en el entorno de los amigos como Jesusito- estudió en el Instituto lo que antes se llamaba el BUP y se marchó a la Universidad a hacer una carrera. Y la hizo y sacó el título de Ingeniero Técnico Industrial electricista.
«Antes de que acabara- nos cuenta- ya estaba trabajando con Eléctricos Vázquez haciendo y firmando proyectos de obras; estuve 6 años pero el trabajo flojeó en España y me dijeron que me tenía que ir a trabajar en proyectos que se estaban llevando a cabo en Tailandia y yo les dije que de aquí no me movia. Era el 2015 y decidí no irme aunque me quedara sin trabajo».
Pero Jesusito es un profesional bien formado y tras unas pruebas entrí en La Biodiesel en Los Santos

«Allí estuve encantado de la vida de operador de producción y compaginaba mi trabajo- que era por turnos- con mis trabajos de artesanía; no me estaba quieto inventando cosas que hacía para mí y mis amigos sin interés económico sino puramente artesanal»- cuenta ahora
Pero la artesanía del cuero le llamaba y tras cerca de cuatro años trabajando en la Biodiesel se platea salir de la empresa y montar un taller de guarnicionería, marroquinería y zapatería y una tienda para vender lo que él sabe hacer también: trabajos de marroquinería, arreglos de zapatos y de todo tipo de cosas que tengan que ver con el cuero y también trabajos de guarnicionero.
Y he aquí como un ingeniero se convierte de la noche a la mañana en artesano y se compara sus máquinas y se hace autónomo.

«Yo hablé con Benavides, el gerente de Biodiesel y le pregunté qué le parecía mi idea y el me animó y me dijo, que si las cosas no iban bien que allí tendría un puesto de trabajo».
Y ya van para cuatro años con su taller y tiendas montados en la Avda. de Carrera Grande cerca de la Cooperativa.
«Me apasiona este trabajo, estoy enamorado de la artesanía, de las cosas que se hacen con las manos; me gusta la ingeniería, estaba a gusto en la Biodiesel… pero este trabajo me apasiona, soy feliz y creo que el tiempo pone a cada uno en su sitio y a mí me ha puesto aquí»
Jesús se ha convertido en el único zapatero en activo del pueblo que hace reparaciones de calzado y su idea es hacer calzado artesanal.
« Me gusta ser zapatero tanto para arreglar como para hacerlos nuevos. Yo sé hacer un zapato de cuero de principio a fin pero resultarían muy caros. Por eso estoy trayendo costes de fábrica y buen material que abaratan el producto; a esos cortes yo los aparo en las hormas y los personifico para personas con juanetes, dedos martillo o de anchuras especiales…»- nos explica con un zapato en sus manos al que le está cortando un tacón.
Aunque en el campo ya no hay caballerías, Jesusito también confecciona con cuero todo lo que se relaciona con la equitación: monturas, cabezadas, estribos… «y todo lo que me encarguen porque estas manos son muy habilidosas y tengo maquinas que me ayudan»- nos indica.
También en el terreno de la caza tiene un amplio abanico de posibilidades: zurrones, cananas, elementos para perdiz con reclamo, bolsos para cartuchos… fundas de escopeta o rifles, zahones: »A mí me enseña cualquiera una cosa a través de la fotografía y se la trato de hacer prácticamente igual pero artesanalmente y con cueros selectos».
En los cinturones ha encontrado una buena clientela porque los personaliza y les hace los dibujos e inserta colores.
«De marroquinería tengo muchas cosas para hombre y mujer pero son los cinturones lo que más me quitan de las manos…y las carteras.. la gente ha vuelto a la devoción por cosas bien hechas y con materiales de calidad y huyen de lo que no sea pata negra en el terreno de los cueros.»
Nos dice que su habilidad la ha madurado haciendo trabajar a sus manos y a su cabeza, practicando mucho, poniendo mucho empeño, haciendo las cosas y se salen mal , volver con ellas…mucha constancia .
«Dice mi madre que mi abuelo Ángel tenia también muchas habilidades; yo no lo conocí pero me ha debido de transmitir sus genes». Ángel está casado con Isabel- una apasionada del caballo y de la naturaleza- tienen dos hijos: Camilo y Ángel y es una familia feliz que ha visto a Jesús como ha pasado de ser Ingeniero en ejercicio a convertirse en un artesano del cuero y un 'manitas' para arreglar desde un paraguas a un portarretratos…
Y dejamos a Jesusito en su taller- así se llama su empresa- entre la máquina de rebajar, las de coser cuero, el banco de finisaje, otra máquina de coser zapatos…la mesa llena de cosas…En fin todo lo que le pueda ayudar a convertir un trozo de cuero en auténticas joyas artesanas.
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