Fran Peña cuida, por puro hobby, de quince mastines de la raza extremeña

El amor a los Perros ha llevado a Francisco Javier Peña García – Fran- más conocido en Los Santos por su voluntariado en la Parroquia Ntra. Sra. de los Ángeles como acolito- a cuidar de 17 perros en su mayoría- 15- mastines de la raza Mastín Extremeño.

A diario Fran- ayudado por su cuñado y su hermana- echan de comer a estos animales con pan duro, que compran en las panaderías, y pienso.

«Me gustan mucho los perros y además en la parcela necesitábamos un perro guardián y nos hicimos de Siria que fue la primera en llegar al campo. Luego – cuando yo hacia las prácticas de vuelo como piloto comercial- me traje desde el aeropuerto de Madrid a Manchito; viajó conmigo en la cabina de la avioneta y con el tiempo hizo mamá a Siria. Y ahí empezó todo, porque Manchito y Siria nos dieron ocho nuevos cachorros que fuimos criando . Hace poco, nos han vuelto a dar 3 y entre los hermanos también se han cruzado; de manera que el número de mastines en la perrera asciende a 15 la mayoría de ellos puros de la raza matín extremeño qademas tenemos tres mas chicos del tipo bodegueros».

Fran asegura que su interés no es vender a ninguno, pero sí proseguir el avance de los mastines puros en Extremadura y prestarlos como sementales para quienes quieran mantener la raza cruzándolos con las hembras.

«Nosotros tenemos varios ejemplares muy puros como son Rabito, Mubi, Turco, Leo… que estaríamos encantados en prestar a quienes nos los pidan para hacer las montas con sus perras»

También su idea es llevar a los perros a concursos morfológicos ya que son ejemplares espectaculares y muy bonitos- según nos cuenta Fran

«Los tenemos por hobby y están sueltos en un olivar junto a nuestra yegua Anastasia…no me importaría enseñarlos a escolares. Todos aquellos que estén interesados en cualquiera de estas cosas pueden ponerse en contacto conmigo a través del correo» franciscojaviervillafranca@gmail.com

En la perrera de Fran y su familia hay 3 perros que tienen los ojos de diferente color – cosa difícil de conseguir- y disponen de una bañera- en donde ellos se entran cuando tienen calor- y dependencias – cuadras- para pasar las noches más frías. Los hay de todas las capas y su pureza se identifica porque, todos ellos, tienen el típico espolón de los mastines en las patas traseras.