Pepe Castilla junto al viejo compresor de la fábrica LUCIO POVES
GENTE CERCANA
La familia Castilla, pionera en la fabricación de hielo en el pueblo
A MEDIADOS DE LOS 50 DEL PASADO SIGLO, MARCELO CASTILLA LA MONTÓ FRENTE A SU BAR Y LUEGO LA MANTUVIERON, IGUAL QUE EL BAR, SUS DOS HIJOS ·
«En realidad antes de montar la fábrica de hielo en la cochera enfrente del Bar Castilla, en la ahora llamada Avda. de Diego Hidalgo, mi padre hacia hielo en el sótano del bar, pero solo para consumo del propio bar. En 1.956 comenzó realmente el negocio vendiendo barras de hielo a la población». Nos explica Pepe Castilla hijo de Marcelo
La nieve ha sido un elemento muy codiciado por los humanos para el mantenimiento de los alimentos y, todavía se conservan los antiguos pozos de la nieve de donde se llevaban a las mansiones y castillo el preciado elemento que se metían en los pozos acarreados por caballerías desde los neveros de las montañas.
Con el paso del tiempo la necesidad de nieve fue mayor para mantener la bebidas frescas y, he aquí, que nacen las fábricas de Hielo.
Marcelo Castilla- fundador del Bar Castilla- instaló en Los Santos la primera gran fábrica de hielo en 1956.
Pepe Castilla junto a las cámaras de mantenimiento Lucio Poves
Antes que él fue pionero en el negocio José María Carrasco pero solo duró un año haciendo hielo.
El afamado pastelero Ángel Clemente- a medias con su amigo el médico Julio Prieto -también montaron durante poco tiempo una fábrica de hielo. Ambas funcionaban con amoniaco que era un producto peligroso.
Pero como decimos la que más continuidad tuvo en el tiempo, fue la de Marcelo Castilla quien alternaba el negocio- junto a sus hijos Pepe y Manolo- con el también afamado Bar Castilla.
«En realidad antes de montar la fábrica de hielo en la cochera enfrente del Bar Castilla, en la ahora llamada Avda. de Diego Hidalgo, mi padre hacia hielo en el sótano del bar, pero solo para consumo del propio bar. En 1.956 comenzó realmente el negocio vendiendo barras de hielo a la población». Nos explica Pepe Castilla hijo de Marcelo
La maquinaria para la fábrica la compró en Badajoz y consistía en un motor con un compresor.
Un cargador de la época en otra fabrica de Hielo
HOY
«El compresor lo que hacía era comprimir el gas Freon-12 que, en un serpentín, pasaba por el exterior de unos depósitos que se llenaban de agua y que tenían la forma de las barras de hielo. La temperatura en el tanque de fabricación se bajaba a unos 12 a 14 grados bajo cero y el tanque hacia 35 barras de hielo a la vez y que venían a pesar entre 12 y 14 kilos»- explica ahora Pepe Castilla-.
Las barras -enteras o medias o en cuartos- se vendían a los demás bares del pueblo y a muchas casas particulares que entonces no tenían frigorífico. Una vez que la barra salía de la cubeta donde se producía, pasaba a unas cámaras -que aún se conservan- en lo que hoy es la cochera de Pepe Castilla.
«Las barras las repartíamos en un remolque y la producción era de unas 50 barras al día, teniendo en cuenta que el agua no se helaba en unos minutos sino que tardaba unas 12 horas»
El hielo entonces era un producto barato- alrededor de una peseta el kilo- y, muerto Marcelo Castilla, fueron sus dos hijos quienes siguieron tanto con la fábrica de hielo como con el bar.
«La fábrica de hielo estuvo funcionando hasta los años 90 en que ya proliferaban los frigoríficos y además había que reformarla porque producía ruidos».
HASTA ALEMANIA
Como es lógico la fecha fuerte era el verano y, especialmente, en las fiestas de la Virgen o del 5 de agosto en que el consumo era tal, que los Castillas tenían que comparar hielo de fuera de la población a otras fábricas para atender a los clientes-.
«Pero había una época en la que vendíamos toda la producción de la fabrica a unos entradores de uva que compraban en Los Santos la uva fina de mesa Eva Beba de Los Santos. Los camiones en los que se transportaban las cajas al extranjero- muchas de ellas a Alemania- eran de la empresa Transfer S.A. y llevaban un un compartimento en la caja del camión, en el cual se introducían las barras de hielo para conseguir que lqas uvas estuvieran a la temperatura adecuada para los largos viajes. Como te decía. nos compraban a nosotros la totalidad de la producción y a otros fabricantes de otras poblaciones. De esta manera- concluye Pepe Castilla- la uva se transportaba refrigerada a los mercados».
Para hacer el hielo se necesitaba agua que ,en principio- nos cuenta Pepe Castilla- la acarreaban del pilar de Vistahermosa.
«Teníamos un empleado, Domingo, que había trabajado con Clemente, que se encargaba del acarreo. Pero ese agua tenía mucha cal y causaba problemas en el tanque, por lo que se decidió colocar una tubería que, desde el pozo del Bar Castilla, llevara el agua enfrente a la fábrica; era cuestión de cruzar la calle y, a partir de ahí, la fabrica la comenzamos a llevar mi hermano y yo».
La maquinaria de aquella primitiva fabrica instalada en lo que hoy es la cochera de los Castilla, se vendió a otro gran productor de hielo en Los Santos, la Fábrica de Luis Frialsi – pionera en cubhitos de hielo- quien durante un tiempo la usó, pero más adelante hubo de cambiarla por otra tecnología más moderna consiguiendo situarse como uno de los grandes fabricantes de hielos de la comarca. También empezó a trabajar Hielos Sousa con un sistema parecido, pero en lugar de barras de hielo- como se ha dicho- producían cubitos o hielo en escama.
En la actualidad ya no funciona ninguna de estas fábricas. Sousa y Frialsi compran a fábricas gigantescas, muy robotizadas, que hacen hielo a mejor precio que el que ellos podrían poner en el mercado. Además se lo sirven con la marca de sus propias empresas. Ellos lo reciben tienen sus cámaras y lo distribuyen en el mercado de dentro y fuera de Los Santos
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