Antonia Hernández, otra abuela santeña que cumple 100 años como una rosa

Antonia Hernández Vázquez cumple este domingo, 5 de noviembre, los cien años rodeada de quienes más la quieren y manteniendo clara la mente, disfrutando del momento, haciéndose querer por su familia que el día antes, organizó una comida en su honor en el Gastrobar Los Ángeles.

Su rostro desprende serenidad después de tantos años cumplidos. El pelo griz, recién peinado por la peluquera. Sonrisa de complicidad.

«Yo nací en el año 1923 y fui a la escuela de Don Antonio, frente a la fábrica de la Victoria»- esta fábrica de harinas hacóa esquina con la calle Parras y la actual Teniente Valle, antigua calle del Agua.

«Mi madre murió hace 94 años por lo que me quedé solita en el mundo y me recogió mi tia Francisca, la que fue abuela de Bernardi Garrido y sus hermanas. Allí, en la calle Robledillo 16, me crié como si de una hija suya se tratara y por eso mis sobrinos me quieren tanto», argumenta la abuela centenaria.

Gran cocinera

Antonia se casó hace tanto tiempo que ya no lo recuerda con exactitud, con Nemesio Luna, un atractivo hombre del campo. Se enamoraron y se quisieron muchos en tiempos difíciles, tras la postguerra. Tuvieron dos hijos pero ahora solo le queda su hija.

«El mayor murió joven y su mujer también por lo que ahora solo tengo una hija, mi Carmen, que vive en Bilbao y me ha dado 5 nietos y 6 biznietos a los que quiero mucho y ellos también a mí». Carmen y su marino han venido a la fiesta de cumpleaños de Antonia y se les ve muy felices.

Antonia se ríe cuando explica que ella de pequeñita aprendió «a leer y a escribir, a coser, a fregar y a lavar y planchar la ropa», pero también recuerda su estancia en Madrid y en Bilbao: «Yo fui cocinera en muchos bares de Madrid y de Bilbao adonde me fui a vivir con mi marido, en aquellos años en que todo el mundo emigraba».

Desde hace algún tiempo Antonia vive en la residencia de mayores Alcalde Antonio Zapata de Los Santos, tras muchos años en que fue atendida por sus sobrinas.

«En la residencia estoy muy bien y recibo muchas visitas de mis sobrinas, casi a diario, y llamadas de mi hija y nietas que también vienen a verme de vez en cuando desde Bilbao».

Bien de salud

A Antonia se le nota todavía la vitalidad de una mujer de las de antes, resistente, atractiva, valiente.

Y nos pregunta… ¿Cuántos años crees que viviré más?... porque realmente está como una rosas: «Yo no tengo padecimiento alguno, estoy muy bien, como de todo, me encanta el gazpacho y doy las gracias a toda mi familia por este homenaje que me han preparado», señalando a todos los que se ponen tras ella para hacerse la foto de familia.

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