Se piden 48 años de cárcel para el único acusado de matar a sus dos hermanos
La fiscal: «Aunque tiene una ligera discapacidad intelectual, el acusado sabía perfectamente lo que hacía».
Este martes ha comenzado en la Audiencia de Badajoz el juicio por el doble fraticidio al que se acusa a Rafael Ortiz. El abogado defensor pide la absolución ·
En la exposición de la fiscal se ha explicado que el acusado, con un objeto contundente, mató a palos a uno de sus hermanos y al asfixió llenando la boca de papeles y le cubriendo la cabeza con una bolsa hasta su muerte por asfixia.
Lucio Poves/Evaristo Fernández
Lunes, 28 de octubre 2024, 21:17
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Este martes ha comenzado en la Audiencia Provincial de Badajoz el juicio contra Rafael Ortiz Román , acusado de asesinar a sus dos hermanos, Antonio y Quiquín conocidos como los Gilda, el 2 de mayo de 2021, en la casa en la que convivían situada en la calle San Cristóbal de Los Santos. Entonces Rafael tenía sesenta años.
Un jurado
El juicio que preside el magistrado José Antonio Patrocinio es de los denominados 'juicio con jurado' que fue constituido momentos antes que el acusado llegara a la sala procedente de la cárcel de Badajoz. Lo hizo en ambulancia y entró en silla de ruedas y ayudado por un andador.
Rafael está muy deteriorado tras haber pasado más de tres años en la cárcel, de manera preventiva, y sufre una enfermedad que derivó en que el juicio previsto para el pasado enero tuviera que ser aplazado.
48 años de carcel
La fiscal ha calificado los hechos de asesinato y pide en conjunto una pena de 48 años mientras que el abogado defensor sostiene que no es culpable de los hechos y ha solicitado la absolución. Para la fiscal «aunque tiene una ligera discapacidad intelectual, el acusado sabía perfectamente lo que hacía».
Varios vecinos de Los Santos han acudido como testigos y han aludido a «las continuas peleas que se escuchaban en la vivienda y que el acusado los tenía atemorizados incluso amenazados».
Este miércoles será el turno de los peritos forense, médicos que hayan explorado al reo, Guardia Civil y Policía Local. Será a las nueve y media cuando se reanude.
En la exposición de la fiscal se ha explicado que el acusado, con un objeto contundente, mató a palos a uno de sus hermanos y al asfixió llenando la boca de papeles y le cubriendo la cabeza con una bolsa hasta su muerte por asfixia.
El acusado por su parte sostuvo en su declaración que él no estaba allí en el momento del crimen, que ese día había ido a echar de comer a sus perros y que luego al ver que sus hermanos no llegaban a casa los buscó por bares y no los encontró.
«Yo no he hecho nada malo«
«Yo ese día venía del corralón de echarle de comer a los perros cuando vi a cuatro o cinco hombres con máscaras negras, con mascarillas. Salieron zumbando en una furgoneta grande. ¿Yo qué iba a hacer?», se preguntó.
La fiscal sostiene que antes de matar a sus hermanos, los ató de pies y mano y una vez cometido el crimen introdujo a los cadáveres en una habitación echando sobre ellos, para ocultarlos, toda clase de enseres y atrancó la puerta con un mueble.
«Yo esa habitación no la registré cuando llegue a casa…yo no he hecho nada malo», dijo el acusado en su declaración.
Millones de pesetas
Tras escuchar ese relato de Rafael, la fiscal que lleva el caso le preguntó por el dinero que fue hallado en bolsas en el interior de la casa. El procesado aseguró que ese era del dinero de su padre y que él lo sacó del banco cuando murió. «Todo el dinero que había en la casa era mío, mis hermanos tenían su dinero en las cartillas del banco».
El crimen se data por parte de los investigadores el 2 de mayo de 2021 y hasta cinco días después no fueron hallados los cadáveres por las fuerzas de seguridad al entrar en la casa una vez detenido el acusado.
El hecho de que uno de los hermanos, Antonio, faltase a su cita diaria en el centro de día de la residencia de mayores, fue básico para alertar a la policía local y a la Guardia Civil para sospechar que los hermanos 'Gilda' desaparecidos, pudieran haber muerto en el interior de la casa.
Los médicos forenses habrán de concretar en la sesión de este miércoles el grado de imputabilidad del acusado que se mantuvo tranquilo, sentado junto a su abogado defensor, vestido con un chándal.
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