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Familia Barragán Candelaio Cedida
Estado de alarma

Las familias adaptadas al confinamiento empiezan a echar de menos su rutina

La familia Barragán Candelario nos cuenta cómo llevan su día a día sin salir de casa

Martes, 7 de abril 2020

En estos días en que las familias están confinadas en casa, todos sus miembros, desde los más pequeños hasta los mayores, se han visto obligados a cambiar su rutina y adaptarse a una nueva situación de aislamiento, que se extenderá aún varias semanas.

Una de estas familias nos cuenta cómo están viviendo su día a día, desde que la crisis sanitaria generada por el coronavirus la recluyera en casa. Antonio Barragán, Mª del Mar Candelario y sus tres hijas, Alba de 11 años, Daniela de 7 y Mar de 5 años llevan lo mejor que pueden esta situación excepcional.

Daniela y Mar durante su tiempo de estudio Cedida

Para ellos lo más difícil fueron los primeros días, «de lunes a viernes hemos seguido los mismos horarios de cada día: por la mañana lo dedicamos al estudio y por las tardes al deporte y otras actividades de ocio. Intentamos hacer cosas divertidas y actividades diferentes los fines de semana, como ver películas, manualidades, juegos,…».

Antonio continúa trabajando fuera de casa, al ser su actividad profesional de las consideradas esenciales. Mª del Mar es la que está más tiempo en casa con las pequeñas: «No lo llevo mal, aunque echo de menos cosas tan sencillas como caminar. Con el tema educativo, a veces me siento colapsada por la cantidad de mensajes que tienes que gestionar, pero todo es cuestión de organizarse para comprobar que se hacen las tareas, corregir, solventar dudas, estar atenta a Rayuela, mensajes…, toda la mañana la tienes que dedicar a esto, y a veces parte de la tarde también».

Estudios

Alba, que estudia sexto de Primaria, Daniela, en segundo de Primaria, y Mar, de Infantil de 5 años, son alumnas del colegio Alcalde Juan Blanco. Desde que se comunicara el cierre de los centros educativos, maestros, padres y alumnos han tenido que adaptarse para continuar con la programación y poder ser evaluados.

La cosa puede complicarse con tres niñas de diferentes edades y necesidades, aunque aseguran Mª del Mar y Antonio que ellos han intentado seguir los horarios lectivos y el mismo orden de materias que tenían cada día en el colegio.

Durante las mañanas, y hasta las 13.00 o 13.30 horas se dedican a las tareas escolares. Después, por las tardes, las pequeñas continúan con sus tareas si le ha quedado algo pendiente, leen o juegan. Después del baño y la cena, continúan con juegos de mesa, televisión o un poco de Internet. «Al ser tres también es cierto que tiene sus ventajas, porque ellas se entretienen mucho», explican sus padres.

Dewporte en familia Cedida

También dedican tiempo al deporte. Las tres hermanas practican atletismo y su monitor, Sergio García, continúa a distancia con su preparación, una actividad que aprovechan para realizar en muchos casos los cinco en familia. «Algo que les ha entristecido mucho es no poder competir en los campeonatos de atletismo de pista en los que iban a participar entre marzo y mayo», y es que después de haber entrenado durante todo el año con mucho esfuerzo e ilusión se van perder toda la temporada. «Gracias a Sergio, que es su entrenador del CAS y está haciendo un gran trabajo, siguen entrenando en casa para que no pierdan el hábito».

El tiempo pasa, y hay días que se hacen ya pesados aunque los padres sobre todo intenten que eso no pase. «Las niñas y nosotros ya tenemos ganas de volver a la vida normal, ellas cada vez preguntan más cuándo vamos a poder salir, y es que ya quieren caminar, ir al cole, ver a sus abuelos y a sus amigos»… Las cosas normales que hace unas semanas todos teníamos sin ni siquiera darnos cuenta de ellas, y que ahora tanto añoramos desde nuestras casas.

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