Una familia denuncia el trato «humillante» recibido por parte de un enfermero del Centro de Salud
Ha enviado un escrito a este periódico explicando lo sucedido, algo que quieren hacer público, así como aseguran que presentarán la pertinente reclamación ante el centro
Una familia de Los Santos de Maimona, usuaria del Centro de Salud, ha hecho llegar un escrito a este periódico para hacer pública y denunciar una «desagradable situación» ocurrida en el pasado domingo 18 de octubre, entre las 10.00 y las 10.30 horas, en este mismo centro, cuando un miembro de esta familia esperaba a que le realizaran la prueba PCR antes de someterse a una operación de cataratas. En esos momentos, además de la mujer, había en centro otras 3 personas más por diferentes motivos.
Según explica en el escrito una de las hijas de la mujer afectada, el enfermero que estaba de guardia ese día y en ese momento, salió a recriminar «de malas formas y gritando a las cuatro personas por estar dentro de las instalaciones, según él sin mantener la distancia de seguridad y exigiéndoles que salieran a la calle», comienzan a explicar en la nota.
Así lo hicieron, y al momento este enfermero volvió a salir para dirigirse concretamente a la mujer de 78 años que denuncia en este escrito un trato «vejatorio y humillante en plena calle» hacia su persona por parte del mencionado sanitario.
La afectada ha asegurado que «en ningún momento este enfermero le pidió que se identificara, ni accedió a que le mostrara los documentos que su médico le indicó que entregara el día de la prueba.
«Lo primero que le recriminó de malas maneras y levantando la voz, muy nervioso, es el hecho de que no hubiera venido en coche a hacerse la prueba, porque le dijo que era sospechosa de estar contagiada por coronavirus, sin ni siquiera pedirle su nombre ni apellidos», indica su hija, especificando que su madre no tiene carné y todos hijos estaban trabajando: «no la acompañamos porque la prueba era solo un trámite previo a la operación», asegura.
Y es que la mujer habría intentado en varias ocasiones mostrar al sanitario sin éxito los documentos y la cita que llevaba para la prueba, pero en ningún momento accedió a verlos, «insistiendo una y otra vez en que debería haber venido al centro de salud en coche, señalándole con el dedo para que no se moviera del sitio que él le indicó, en la calle; recomendación que mi madre siguió en todo momento, a pesar del estado de nervios en el que ya se encontraba», sigue explicando.
Según se indica también en el escrito, el enfermero llegó a mostrarle un documento. «Le preguntó que si no sabía leer, momento en el que ella pudo por fin identificarse, tras leer que el nombre que aparecía en ese informe no era el suyo, tal y como le hizo saber. De nada sirvieron las explicaciones porque el sanitario seguía con la misma actitud, sin querer escuchar ni ver los documentos de mi madre».
Finalmente «y de malas maneras, gritando, muy agresivo y nervioso», accedió a realizarle la prueba a la mujer de 78 años, que se encontraba de pie en la calle. En esos momentos la afectada le informó que estaba tomando un tratamiento anticoagulante para que lo tuviera en cuenta a la hora de realizarle la prueba por si sangraba. La respuesta fue en el mismo tono: «que si quería hacerse ella la prueba con su propia mano».
Debido a todo lo sucedido, y una vez la PCR realizada, la mujer llamó a una de sus hijas, que de momento, al notar por teléfono su estado de nerviosismo, fue a recogerla. Ya en el coche camino a casa, fueron interceptadas por un vehículo del centro de salud en la calle Salvador.
Una trabajadora les pidió que volvieran porque todo había sido una equivocación. Un error que fue confirmado tanto por el propio enfermero que la atendió y en ningún momento la identificó, como por el personal de Admisión, cuando por fin la mujer pudo enseñar la citación con el día y hora para su PCR.
«Todos merecemos un trato digno y respetuoso, más aún en la situación en la que nos encontramos», finaliza el escrito, lamentando «el estado de ansiedad y nervios que tuvo que padecer, y sigue padeciendo mi madre, de 78 años, por el trato tan humillante y vejatorio que ha tenido que padecer por parte de este sanitario en plena calle, a la vista de todos y sin ningún motivo».
El resultado de su prueba fue negativo y puso someterse sin ningún problema a su intervención quirúrgica.
La familia informa que, de momento, presentará una reclamación en la que también explicarán todo lo sucedido.
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