Emotivos, los silencios del Cautivo

La Puerta del Perdón de la parroquia se abría este Martes Santo a las 21.00 horas para la salida de Jesús Cautivo. Los costaleros, con enorme coordinación y esfuerzo, lo han sacado ante los ojos de grandes y mayores que han observado con detalle su minucioso trabajo.

Una vez fuera de la parroquia, los aplausos han puesto fin momentáneamente al silencio que caracteriza a esta procesión. Tras ellos los costaleros han mecido a Jesús Cautivo mientras una joven le cantaba desde un balcón y Jesús Cautivo, nazarenos y costaleros comenzaban su camino.

En silencio, roto por el sutil y rítmico susurro de las zapatillas de costaleros y nazarenos, ha realizado su recorrido el protagonista de este Martes Santo: Jesús Cautivo, en esta noche en la que el olor a incienso ha inundado las calles de su camino precediendo sus pasos.

Espectación en las calles

En las esquinas esperaban pacientes los ciudadanos de la localidad para ver al Señor con las manos entrelazadas vistiendo una túnica blanca y el manto rojo. Este Jueves Santo volveremos a ver la Imagen, con su manto morado, su cruz y acompañado por La Esperanza durante la procesión de Los Encuentros.

La hermandad de Ntro. Padre Jesús Nazareno, Jesús Cautivo y María Santísima de la Esperanza, recorrió las calles de Los Santos en la llamada 'procesión del silencio' en la que el Cristo Nazareno, sin la cruz en el hombro, aparece Cautivo con las manos entrelazadas y ropajes blancos y rojos.

Perfecta la organización con nazarenos que portaban sus velas. Tono morado con guantes blancos; elegantes todos los detalles de esta antigua hermandad santeña. Lazos verdes y morados en la calle Estrella, antorchas en la Isaac Peral.

Antes de salir la cruz de guía, se rezó una oración intima de hermandad y el hermano mayor Miki Canseco deseo a todos una feliz catequesis en la calle. Los costaleros llevaron el paso del Cautivo hasta la puerta del Perdón con el silencio absoluto de las muchas personas que esperaban la salida del cortejo.

Elegancia

Olor a incienso y a vela quemada, a romero y a clavel rojo; sabor a elegancia de una hermandad que sabe dar utilizar los tiempos necesarios a una procesión silenciosa. Campanillas de mano que llaman a los nazarenos y, en la Puerta del Perdón, una voz, la de Mara, de Fuente del Maestre, sutil al principio pero que fue tomando fuerza en una canción dedicada al Cautivo, en noche de silencios, desde el balcón de la casa de la pregonera Antonia Martínez. Frente a frente, la cantaora y el Cristo.

Suenan los segundos aplausos del público, después de que los costaleros hicieran la primera levanta. Y a partir de ahí el silencio en las filas y el murmullo de la gente que se incorpora, tras la representación oficial, para acompañar a este Cristo tan querido en Los Santos.

Silencios que enamoran

Silencios rotos por el rachear de las zapatillas de los costaleros. Dirigidos sin estruebdos, con la tranquilidad que dan los años por Julio Castilla, capataz hecho en Los santos ayudado por cuatro jóvenes, que ya empiezan en estas tareas, como contraguías. Cuatro grandes faroles iluminan – tono amarillo del conjunto- la extraordinaria talla de un Cristo tan antiguo como su hermandad.

Y tras el recorrido, ya en el interior, salvada la obligación del silencio, los hermanos se abrazan, los costaleros se juntan para una foto de familia y el paso queda en el templo parroquial hasta que, este miércoles, sea preparado, ya con su cruz a cuesta, para la procesión de los encuentros. Pero esa será otra historia porque el Jueves Santos se presenta con muchas novedades: desde el estreno del palio de la Virgen de la Esperanza hasta la petalada que se ha organizado en su honor.

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