«Estoy aquí por la fe y devoción que mi madre y mi hermana tuvieron hacia a la Virgen de la Estrella»

Con el pregón de las fiestas, pronunciado por el maestro ya jubilado Luis Cuellar Ortiz comenzaban en el patio del Santuario de la Estrella, este pasado jueves, las fiestas de la Virgen de la Estrella. El acto, presidido por el Párroco Leonardo Terrazas y al que acudieron la Mayordoma de la Virgen y las primeras autoridades locales, entre otras personalidades, se inició con la procesión desde el interior de la ermita, hasta el patio, del estandarte de la Virgen de la Estrella. Las únicas dos sobrinas del pregonero, Ana Clemente Cuellar y Estrella Martínez Bermúdez fueron las encargadas de presentar al pregonero, al que llamaron 'tito' y del que se sintieron orgullosas y dieron las gracias por no haberles fallado nunca. Resumieron su vida de pedagogo y, especialmente, sus años de orientador en el IES Fernández Santana en el que, durante 23 cursos, «supo poner en el camino correcto a muchos alumnos que pasamos por allí a los que atendió siempre con responsabilidad y empatía». Dijeron

Tres Estrellas

El pregonero comenzó agradeciendo haber sido designado para pronunciar este pregón en la 'mejor tribuna que es este patio del santuario» y dijo haber aceptado al recordar a tres estrella: La imagen de la Virgen de la Estrella, su madre y su hermana.

«Estoy aquí por la fe y devoción que mi madre- que fue camarera de la Virgen- y mi hermana tuvieron hacia a la Virgen de la Estrella. Pretendo que este acto sea una prolongación de su fe».

Habló de que siempre desde niño escuchó en casa hablar de la Virgen y que su primera salida del hogar la hizo con una estampa en blanco y negro de la Virgen de la Estrella y un llavero, también con la imagen de la patrona.

«Para mí la Virgen de la Estrella ha sido, el soporte, mi estrella y mi guía».

La educación de los jóvenes .

Buena parte del pregón lo dedicó a hablar de la educación, especialmente de los más jóvenes para señalar que la educación no es cosa de los maestros, es una cuestión que responsabiliza a todos : «La educación necesita tiempo en exclusiva» y puso el foco en que en muchas ocasiones los jóvenes están más tiempo en las Redes Sociales «que se están convirtiendo con sus conceptos, y sin control, en los grandes educadores de nuestros hijos».

Animó a los padres a «hablar con ellos, bien y mucho» a confiar en sus capacidades y escuchar sus propuestas.

Miró a María de la Estrella, como la medula espiritual de Los Santos que debe ser alimentada por la devoción de los jóvenes»

Y habló de la ofrenda posterior al pregón de las fiestas, cuando cada santeño presenta a la Virgen sus alegrías y penas convirtiendo el recinto en la 'inmensidad de su gloria»

Habló de sus pilares en la vida- su mujer e hijas-, de sus alumnos de los que siempre se sintió orgulloso.

«Siempre les inculqué a que disfrutaran de las cosas sencillas de la vida, de los valores sencillos».

Y finalmente hizo un brindis porque estas fiestas fuesen las de «la amistad y la familia; por los buenos momentos, por el futuro de nuestros jóvenes, por la convivencia y la paz».

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