Entre amigos no hay reto imposible por muy largo que resulte el camino

El pasado fin de semana un grupo de amigos se embarcaban en una nueva aventura. Habituales de conseguir todo tipo de retos deportivos la empresa en la que se habían embarcado no era del todo fácil, ni por el evento en si ni por el tiempo que llevan preparándola. Seis miembros de la Asociación de Corredores Santeños que es fácil verlos en diferentes pruebas atléticas como carreras populares, medias maratones o incluso maratones. En esta ocasión se han tirado al barro con el objetivo de los 101 kilómetros y han logrado realizarlo tres parejas, mamis y papis trabajadores que han tenido que buscar tiempo y ayudarse de los abuelos para poder hacer largos entrenamientos y poder disfrutar de esta prueba el pasado fin de semana.

Los protagonistas Fernando Sousa y Angélica, Andrés Núñez y Montse Magro, Chari Lavado y Martínez, recorrieron el trayecto desde la tarde noche del viernes día 21 de abril sobre las 21:00 horas hasta la tarde del sábado poco antes de las 19:00 horas transcurrió la prueba para estos atrevidos con casi 22 horas de camino.

Según nos comentan los propios protagonistas Toda la noche andando, con un momento muy duro por el sueño entre las 5 de la mañana y la salida del sol a las 7:30. Más tarde apareció la temida lluvia, fueron tres horas de constante agua que nos caía encima.

La lluvia no fue el único bache a solventar en el camino ya que Luego las sorpresas de las bonitas pero duras subidas y bajadas por la zona de la Zarza y Alange, donde La Hoya, La Calderita y el Castillo de Alange, nos hicieron sufrir. Y más tarde los últimos 20 km por la orilla del Guadiana hasta llegar a Mérida que se hicieron muy duros por el cansancio y dolor de pies de los participantes.

Cambian la cara una vez que la meta se aproxima y los deportistas santeños se van acercando a Emérita Augusta, Al llegar a la ciudad romana todo fue disfrutar hasta la meta, pasando por todas las zonas históricas y acabando en el recinto cercano al Teatro y Museo romano. Hay que destacar la buena organización de la prueba con puntos de control y avituallamiento cada más o menos 10 km y personal muy colaborador y simpático que sin duda es de agradecer dada la dureza de este tipo de pruebas.

En tono distendido, ¿repetiríais? La experiencia ha sido dura, pero muy bonita, además haciéndola con los amigos es mucho más gratificante, cada uno tiene un nivel físico y hemos hecho un gran esfuerzo todos juntos, justo después de la prueba no quieres repetirla, pero cada hora que pasa y te recuperas.... piensas en volver a hacerla, estamos muy contentos".

101 kilómetros en 24, para estos intrépidos santeños es fácil le sobraron más de dos horas, no hay reto que no se supere entre amigos.