La Estrella no consiguió doblegar al Monesterio con el que hizo tablas

Buena entrada en el estadio Alcalde Cipriano Tinoco para ver el partido inaugural de la temporada 21/22 que acabó con muchos goles y reparto de puntos entre La Estrella y el Monesterio. Se guardó un minuto de silencio por el recordado entrenador de la Estrella Diego Camacho que ha fallecido recientemente y que fue artífice del ascenso de la Estrella a la entonces 3ª andaluza en la temporada 72/73. Nuestro más sincero pésame a la familia al igual que a la de Bucheta, un gran forofo de la Yeyi que se enterró hace unas semanas. Para ambos hubo un respetuoso minuto de silencio.

Un partido raro, en el que la Estrella siempre fue por delante en el marcador y con posibilidades de marcar más goles pero que desde, que los visitantes marcaron el empate a tres, se puso muy cuesta arriba para los santeños.

No obstante al empate, la Estrella que dirige el entrenador Sabino, ha hecho un gran bloque que, a nuestro juicio, está más equilibrado que el año pasado y donde han de pulirse algunos desencajes defensivos.

Luis Vergara es el socio que cualquier delantero centro quiere en un partido y actuó con sus centros o asistencia en los tres goles de la Yeyi marcados por Joseda en el minuto 23 y por Ángel en los minutos 37 y 70. La Estrella tuvo otra muy clara de Vergara que vio como su chut lo repelió el larguero y Ángel que no calibró bien un mano a mano con el portero visitante y se le fue alto. El portero Fran, que estuvo bajo los palos por ausencia de Ismael, quien este domingo bautizó a su hijo, se marcó una palomita para evitar la primera ocasión de empate de los visitantes.

El Monesterio se presentó como un buen equipo, competitivo que supo resurgir de cada gol que marcaba la Estrella y consiguió un punto que, según lo visto en el partido, puede considerarse justo. Los goles visitantes se marcaron en los minutos 27 el empate a 1; en el 56 el empate a 2 y en el 76 el empate a tres. A partir de aquí la Estrella perdió el norte y sufrió atrás para parar a los amarillos que insistían en conseguir la victoria a domicilio.