Cipriano Tinoco, mayordomo de la cofradía en 1994: «EI día más grande,coronación y reencuentro»

Hoy, día 30 de julio de 1994, será ya, y por siempre, el día más importante en la historia de Los Santos de Maimona. Lo será porque coronamos a nuestra Patrona la Virgen de la Estrella, que no es sólo una imagen venerada, sino el símbolo de identidad de los santeños. La coronación canónica es la culminación de un proceso de identificación del pueblo de Los Santos de Maimona con la devoción a la Virgen de la Estrella como símbolo histórico y social del sentimiento de unión y amor a nuestro pueblo.

INSIGNIA Y BANDERA

La Virgen de la Estrella es la insignia y la bandera de todos los santeños, de los que viven y trabajan en el pueblo y de los que, obligados por la necesidad, tuvieron que planificar sus vidas en otras tierras y que han convertido la devoción a su Patrona en el lazo más permanente de unión con sus raíces. La coronación era un anhelo largo y vivamente sentido y deseado desde hace ya mucho tiempo. Por los años 1920 don Ezequiel Fernández Santana, nuestro gran apóstol espiritual y social, reclamó que la devoción y el respeto a la Virgen de la Estrella fuera siempre una referencia obligada en el corazón de todos nosotros. E

ESCRITO

Él escribía por aquellas fechas: «Ya tiene la Virgen una estrella de oro y pedrería, auténtica joya de valor incalculable, donada por sus más devotos hijos; ya hemos abierto en los muros amplios ventanales; ya hemos renovado los altares y hemos colocado vistosos mosaicos en el zócalo, que dan a la ermita un tono de alegría y colorido, pero nos falta la coronación canónica de Nuestra Señora y no descansaremos hasta conseguirla»

Con la fecha del 30 de julio se ven por fin colmadas las ilusiones de varias generaciones de santeños y devotos de la Virgen. No soy yo quien a lo largo de estos últimos años he percibido y recibido múltiples testimonios de ello y el que deba proclamar el amor y la devoción que todos los hijos del pueblo sentimos por nuestra Estrella, ya que podría tachárseme de interesado, sino el reflejo de la realidad y la presencia masiva con desbordado entusiasmo de todos en esta fecha, quienes proclamen pública y notoriamente que la Virgen de la Estrella es nuestra Madre, nuestra Virgen, nuestra Patrona, nuestra fuente de recuerdos y añoranzas, la depositaria de nuestras penas y alegrías y la razón primera y última para sentirnos orgullosos de haber nacido en este rincón de tierra extremeña. Sólo por ser hoy la ceremonia de la coronación de nuestra Patrona, será el día más grande para todos los santeños. Ante ella, ante el amor que sentimos por ella, nos convertimos todos en una única palabra: Estrella; en un único color, Estrella; en su única plegaria, Estrella; es una única bandera, Estrella; en un único sentimiento, Estrella; en un único pueblo, Los Santos de Maimona de la Virgen de la Estrella. Estoy seguro que nada ni nadie, solamente Ella, hubiera podido concitar la manifestación de reencuentros, de nostalgias, de alegrías que va a representar este 30 de julio. Solamente Ella, el Estandarte permanente de los santeño, de los que hemos tenido la suerte de permanecer aquí y de lo que tuvieron que buscarla lejos del pueblo, podía hacer el milagro de juntarnos a todos de nuevo en un día.

REGALO

La Virgen nos regala este día para que estrechemos de nuevo nuestras manos, para que recordemos antiguas amistades, para que olvidemos rencores y renazcan viejos amores, para vernos, para abrazarnos, para besarnos, para sentirnos santeños de ayer, de hoy y de siempre. La coronación no sólo será una hermosa y solemne fiesta religioso-mariana, sino que además perdurará en el tiempo con la inauguración de un gran centro social-parroquial que ha de constituir el núcleo de una fructífera labor social y espiritual en favor de toda la comunidad del pueblo

SOLIDARIDAD

Para terminar solamente quiero pediros que, cuando doblemos la página del día 30 y la coronación sea sólo recuerdo, eso sí, el mejor, no olvidéis que la Estrella ha dejado sobre nosotros, fuera ya los cánticos, los piropos, los cohetes y la fiesta, un mensaje de hermandad y solidaridad, un mandato para que todos los santeños y devotos nos sintamos hermanos de una única Madre, que nos quiere y nos protege desde su ermita.