Cautivo y Esperanza, los silencios puros de una hermandad que conoce los secretos de Semana Santa

La hermandad del Nazareno y la Esperanza, no pudo hacer completo el recorrido previsto con Jesús Cautivo y la Esperanza, vestida de hebrea que salía de manera extraordinaria por la COVID.

Una rápida reunión del cabildo de oficiales en la Sacristía, determinó que, ante la amenaza de lluvia, la procesión solo discurriría por la plaza de España. Un acierto total

Dicho y hecho. El capataz de las dos cuadrillas de costaleros, Julio, reunió a las cuadrillas de ambos pasos, para arengarles de que «la carga que portaban este año era pesada, con aquellos que ya no están por culpa de la COVID y que no pudieron despedirse, por los médicos y enfermeros…» Era la primera vez que la Virgen de la Esperanza salía en procesión un Martes Santo y lucia preciosa de hebrea, con corona de estrellas y en sus manos la corona de espinas.

Silencio absoluta de eta cofradía que se hace acompañar de nazarenos sin capirotes y túnicas moradas. Perfecto el cortejo de una hermandad que sabe hacer muy bien las cosas. Retraso a la hora de poner en marcha en la Puerta del Perdón los pasos, por los sistemas de anclaje pero, una vez en la plaza, belleza absoluta. Con la luna que se ocultaba entre las nubes, mal presagio que al final se dio. Llovió pero cuando los pasos estaban dentro. Muchos espectadores en el paseo de las Barandas y en la propia puerta del perdón para ver salir a estos pasos con sus costaleros perfectamente sincronizados por capataces que se saben el oficio. La gloria en la plaza.

Los costaleros salieron en el templo rezando. ¡Excelente detalle! Y entraron también rezando, tras una estación de penitencia corta, con Jesús Cautivo, sin la cruz, vestiduras blancas, impresionante; y la Esperanza que estrenaba candelería. Silencio en la noche del Martes Santo. Respetado por los espectadores,. Ni un aplauso. Esencia pura de la Semana Santa con costaleros que, sabiendo el corto del recorrido, hicieron intimo el recorrido y disfrutaron en las revirás, en el paso lento, con sabiduría.