Alumnos del ciclo de Higiene Bucodental del Fernández Santana han realizado un viaje de inmersión lingüística

El ciclo en bilingüe ha comenzado este curso: «el ciclo de Higiene Bucodental ya se lleva impartiendo desde tiempo atrás y este año ha comenzado el bilingüe experimental», especifica Miriam Tapia. Esto consiste en que una de las asignaturas, la impartida por Miriam, es dada en modalidad bilingüe.

El objetivo de este viaje era que los alumnos mejoraran su inglés. Allí han asistido a clases en una academia durante las mañanas, de 9.00 a 13.00. Por las tardes realizaban diferentes actividades como «visitas culturales, a museos, ruta guiada por Dublín y luego alguna visita que hacíamos nosotros más libre», cuenta la profesora. Tras la cena, que se realizaba a las 18.00 horas aproximadamente, los alumnos tenían tiempo libre. El sábado fue un día completo de visita «a una zona natural de los alrededores de Dublín», termina diciendo Miriam.

Una experiencia maravillosa

Los 10 alumnos que han realizado este viaje han hablado de su experiencia, todos coinciden en que les hubiera gustado estar más tiempo y que ha sido una experiencia maravillosa que les ha hecho crecer personalmente.

Como cuenta uno de los alumnos, al llegar el domingo cada uno se fue con su familia de acogida, con la que pasarían su semana allí. A cada casa «íbamos por pareja o en tríos«, cuentan los propios alumnos. El objetivo era mejorar su inglés y lo han hecho, no solo durante las clases, también durante toda su estancia allí, porque tenían que hablar en inglés, ya que allí solo se usa ese idioma.

Las clases las daban según el nivel de inglés que cada alumno poseía. Cuenta uno de los alumnos: «nada más llegar, el primer día nos hicieron un test para valorar el nivel de inglés y según la calificación de ese examen nos metían en una clase o en otra». En las clases había alumnos de diferentes nacionalidades, otro de los alumnos ha compartido que «yo estuve hablando con todo el mundo en inglés y acabé hablando con irlandeses, italianos, franceses... La academia era internacional y entonces, la única manera para hablar con todo el mundo era en inglés». Una de las alumnas añade que «realmente si la experiencia hubiera durado más, venimos hablando inglés».

Al margen de lo aprendido en cuanto al idioma, cuenta otro de los alumnos que, «también hemos aprendido diferentes costumbres y tradiciones que hay allí». Se podría decir que las comidas han sido lo que menos les ha gustado del viaje, sobre esto dicen que «son muy diferentes a las de aquí» y que «sin punto de comparación, las de aquí» les gustan más.

A estos 10 alumnos no les cabe duda de que repetirían la experiencia, que les ha resultado muy enriquecedora y, como reflexión, añaden que a la hora de enseñar inglés es importante escucharlo y hablarlo, el escribirlo también se debe trabajar, pero se debe profundizar más en escucharlo y hablarlo y dar las clases de inglés completamente en dicho idioma porque, como explican, al tener la necesidad de usarlo, como ellos en su viaje, es cuando más se aprende.