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En el altar mayor
Un batallón de voluntarios están 'de limpieza' en el templo parroquial

Un batallón de voluntarios están 'de limpieza' en el templo parroquial

Todas aquellas personas que se quieran unir a la tarea, lo pueden hacer dedicando lo que quieran de su tiempo entre las 8 de la mañana a las tres de la tarde: solo hay que ir provistos de un trapo, buena voluntad y muchas ganas de trabajar.

Lucio Poves

Miércoles, 29 de noviembre 2017, 17:36

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Las obras de pintura en el interior de todo el templo parroquial de Ntra. Sra. de los Ángeles y la adecuación de la capilla del sagrario, han concluido. Los pintores, albañiles y marmolistas se han ido y ahora es una legión de limpiadores y limpiadoras más de estas últimas- quienes han tomado el templo. Como si las campanas de la torre hubieran tocado a arrebato, docenas de personas voluntarias pertenecientes a la comunidad parroquial santeña, se han presentado con un plumero, una bayeta, un trapo y mucha voluntad para limpiar el polvo que ha dejado la obra. Como se dice en Los Santos: para llevar a cabo la limpieza.

El horario en que la iglesia está abierta para este menester es de ocho de la mañana a las tres de la tarde y, en ese tramo horario, cada voluntario se pone su hora y su tiempo y se une al grupo. A este paso, a principios de la semana que viene, es muy probable que el templo esté reluciente como los chorros del oro porque voluntad y esmero están poniendo.

Solo hay que echar un vistazo, a eso de las once de la mañana, y vemos escaleras para subirse a los altares armados con el plumero y la bayeta; otras están limpiando confesionarioslas de las capillasagua va y agua viene. Hay mucha tarea y la satisfacción por parte del Párroco D. Leonardo Terrazas es muy grande

Tengo que agradecer de corazón lo que se está haciendo por la parroquia. Además de los donativos en metálico que seguimos recibiendo, hemos hecho una llamada y son muchos- la mayoría mujeres- las que han contestado con su trabajo, poniéndose ellos mismos los turnos y asignándose las tareas. Los pintores, antes de irse, han limpiado las partes más altas de los altares y el trabajo que resta es más fácil.

A este escuadrón de limpiadores y limpiadoras voluntarias se pueden seguir uniendo quienes tengan el deseo de echar una mano.

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