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Cartel del tercer capítulo del proyecto
‘Formas de Vida 3’ se inaugura en la biblioteca y Sala Guirigai

‘Formas de Vida 3’ se inaugura en la biblioteca y Sala Guirigai

Se trata de un proyecto diseñado por José Iglesias Gª-Arenal en el que en su tercer capítulo se muestran los trabajos de cinco artistas que han estado trabajando sus proyectos en Los Santos de Maimona: María Alcaide, Rubén Barroso, Rafa Chinchilla, Cristina Ramírez y Gl6ria

REDACCIÓN HOY LOS SANTOS DE MAIMONA

Lunes, 5 de septiembre 2016, 16:47

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Del 6 al 16 de septiembre se podrá visitar en la biblioteca pública municipal Aniceto Samino León y en Sala Guirigai la tercera exposición que configura Formas de Vida, un proyecto expositivo diseñado por José Iglesias Gª-Arenal, desarrollado durante 2016 de enero a septiembre- desde la Sala Guirigai a través de varios capítulos en colaboración con diferentes artistas, colectivos y asociaciones locales.

El tercer y último capítulo se inaugurará este martes, a las 21.00 horas en la biblioteca y en él se mostrará el trabajo de 5 artistas: María Alcaide, Rubén Barroso, Rafa Chinchilla, Cristina Ramírez y Gl6ria- que han trabajado en Los Santos de Maimona y a partir de si contexto local.

Rubén Barroso fue invitado a realizar un proyecto específico para el pueblo. Huyendo de tópicos y clichés, Barroso decidió centrarse en el elemento anecdótico del nombre de localidad y utilizar sus visitas a Los Santos como un proceso artístico en busca de una espiritualidad contemporánea, se indica en nota de prensa. Él presentará en la biblioteca Vidas de Santos, una pieza sonora a partir del Stabat Mater, que sirve de acompañamiento a cinco revistas-objeto, dedicadas, cada una de ellas, a estudiar posibles líneas de fuga espirituales.

A través del programa de residencias artísticas RESIDENTES, los artistas María Alcaide, Rafa Chinchilla y Cristina Ramírez pasaron el pasado mes de julio conociendo y trabajando en Los Santos. Como resultado de ese periodo produjeron tres complejos y amplios proyectos, que se muestran parcialmente entre el espacio de la biblioteca y la Sala Guirigai.

Alcaide produjo, a partir de encuentros casuales con los vecinos de la localidad y su condición nómada y precaria, un libro, una narración personal que funciona como un ejercicio de psicoanálisis para el pueblo a partir de las pequeñas mudanzas cotidianas y nuestra relación con los objetos. Acompañando este libro, se presentan en la sala de lectura de la biblioteca una serie de objetos y pequeñas escenografías que hilvanan la ficción con la realidad.

El trabajo de Chinchilla parte de una reflexión sobre el valor absurdo del dinero y el tiempo. Durante su estancia en Los Santos realizó una serie de acciones partiendo del valor subjetivo que puede tener una hora (8 euros, por ejemplo). Estas acciones, como trazar una camino con monedas de un céntimo durante una hora o esperar a que el polvo se pose sobre la palabra NADA, son transformadas en frágiles esculturas, entre una acumulación obsesiva y un proceso entrópico inevitable.

Ramírez utiliza el dibujo para acercarse a lo irrepresentable. Mediante tinta negra y una línea fina heredada del cómic, ha realizado para la Sala Guirigai una serie de dibujos y un gran mural, que se puede ver en el hall. Interesada en el horror cósmico (un terror proveniente de lo indecible, de lo inhumano), parte de recursos literarios para arrastrar el medio del dibujo entre trampantojos y juegos de sombras donde solo podemos intuir los efectos de una energía desconocida.

Cierra el proyecto el cartel diseñado por Gl6ria, última parte del tríptico que ha ilustrado cada capítulo de Formas de Vida. A través de los tres carteles, sus dibujos han funcionado, al mismo tiempo, como piezas artísticas autónomas y como un tentáculo de la exposición. Sus personajes, macarras y misteriosos, han deambulado por calles y redes sociales, rompiendo los límites del espacio expositivo y evocando otras formas posibles.

Con esta exposición se cierra un ciclo a través del cual hemos buscado posibles colaboraciones entre prácticas artísticas y pequeños núcleos locales. Durante nueves meses la Sala Guirigai ha funcionado como un laboratorio para nuevas experiencias y diálogos. Nuestro más afectuoso agradecimiento a todas las personas que han hecho posible Formas de Vida, indica José Iglesias García Arenal, director de este proyecto.

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