El sacerdote Francisco Romero Galván celebra en Los Santos sus bodas de plata

Desde aquel momento, ejerció durante siete años en Los Santos como vicario parroquial: Una etapa -ha dicho 25 años después- en la que aprendí a ser sacerdote y me enriquecí mucho, creciendo al lado del que fuera mi párroco, el ya desaparecido Ángel Muñoz Ramírez. También recordó de esos siete años su paso como profesor de religión por el instituto Ezequiel Fernández Santana donde se empezó a desarrollar mi vocación por la enseñanza al lado de excelentes compañeros profesores y magníficos alumnos a los que aún recuerdo.

Todos en Los Santos le llamaban Don Paco o Paco a secas y, con el tiempo, se fue metiendo muy de lleno en toda la pastoral: equipos de Nuestra Señora, Cáritas, cofradías, catequesis familiares, etcétera.

El templo parroquial se llenó de fieles para esta conmemoración llegados de los distintas poblaciones donde Francisco Romero ha ejercido el sacerdocio, además de en Los Santos, en Llerena, Trasierra, Usagre, Higuera de Llerena, Monesterio y Villafranco del Guadiana -donde ahora es Párroco.

Francisco Romero Galván es doctor en Teología Catequética y licenciado en psicología clínica. Delegado Episcopal para la catequesis de la Diócesis de Mérida-Badajoz y Director de las Escuelas de Formación de Laicos. Además es profesor en el Instituto de Ciencias Religiosas y en el Centro Superior de Estudios Teológicos de Badajoz.

En la Eucaristía estuvo acompañado por 25 compañeros sacerdotes que se desplazaron de distintos puntos de la Diócesis. El párroco de Los Santos de Maimona, Pedro María Mancha, destacó de él la siembra que como muchos otros que le antecedieron dejaron en esta parroquia para que los que hemos llegado después podamos seguir con la tarea.

Tras la misa -cantada por la Coral Santeña- los asistentes se desplazaron al Santuario de Nuestra Señora de la Estrella donde se rezó una salve. Francisco Romero recordó que durante su estancia en Los Santos fue coronada canónicamente la imagen de la Estrella y sus vivencias en el periodo previo de evangelización.

Tras firmar en el libro de honor del santuario -ofrecido por el Mayordomo de la cofradía Francisco Murillo- los asistentes tomaron una merienda en el salón del ante patio del citado santuario y se repartieron unas estampas conmemorativas.