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Senderistas santeños a su paso por los riachuelos de la comarca
En busca de la flor pura y elegante
la verea

En busca de la flor pura y elegante

El pasado fin de semana los senderistas tenían doble ruta, disfrutaron del entorno y pudieron observar flores maravillosas a su paso.El camino no para y el próximo domingo ponen rumbo a una gran ruta como es la de La Mina de la Jayona. Se hace camino al andar. Nueva crónica de la ruta dominguera a cargo del Maestro Eloy.

lorenzo montaño

Jueves, 26 de abril 2018, 07:41

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En esta última jornada senderista de la Verea, dirigimos nuestros pasos hacia parajes de las sierras de La Lapa, Alconera y la Albuera de Zafra.

Salimos desde el lugar de reunión habitual, el Paseo, sobre las 8:30 h. un total de 11 senderistas (las previsiones meteorológicas y las tormentas de la madrugada desanimaron a algunos), ocho de los cuales miembros de La Verea, a los que se sumaron para la ocasión dos animosas amigas de Almendralejo que posiblemente repetirán experiencias con nosotros y el compañero Bruno que actuó como guía y al que recogimos en Zafra.

Nos repartimos en cuatro de nuestros vehículos particulares y, dado que la ruta no era totalmente circular, ya que empezaba en La Lapa y terminaba en la Albuera de Zafra, dejamos uno de los coches en esta última ubicación para poder ir a buscar, al terminarla, los que quedaron en el punto de partida.

Tras reagruparnos a la entrada de La Lapa, echamos a andar poco después de las 9:00 h.

Nos encaminamos bajo una ligera llovizna, que nos acompañó de forma intermitente durante la primera mitad del recorrido, hacia la sierra que une los términos de La Lapa y Alconera por un camino -de La Hoya- bastante practicable en suave aunque larga pendiente.

Al poco de comenzar la subida topamos con algunos de los escasos ejemplares de orquídeas que pudimos observar, ya que, a pesar del nombre de la ruta, lo que más encontramos fueron peonías, muy abundantes en la zona, si bien aún cerradas en su mayoría.

Cruzamos un par de cancelas de fincas particulares y pasamos junto a un cortijo del Siglo XVII, "La Hoya de Olivares", relativamente bien conservado y circundado por un curioso muro almenado. Al final del camino que veniamos siguiendo cruzamos una última cancela y subimos campo a través hasta la parte más elevada de la sierra, el punto geodésico del término, desde cuya altura pudimos contemplar, a despecho del ambiente brumoso de la mañana, un amplio y bello panorama y varias poblaciones de los contornos.

A partir de ahí, sabiamente guiados por el amigo Bruno que previamente había señalizado la ruta de forma exhaustiva, cresteamos la sierra entre un tupidísimo bosque de chaparros que, a pesar de estar enfermos, afectados por la seca, lucía un espeso recubrimiento de liquen que le prestaba un halo mágico y de especial belleza. A más de uno nos recordó el paisaje de este trecho el del bosque de laurisilva de La Gomera. Fue realmente espectacular.

Seguimos la marcha durante un buen rato, con mucho cuidado por lo tupido de la vegetación y lo accidentado del terreno, encontrando un buen número de peonías y gran cantidad de magníficos espárragos blancos. Paramos sólo para hacer fotos y reponer fuerzas con el bocata, hasta comenzar la bajada y apreciar, al tiempo que abría la mañana y nos permitía despojarnos de los chubasqueros, el cambio del paisaje que también se abría para volver a ser el típico de dehesa.

Aligeramos la marcha al desembocar en una pista forestal -Camino de Alconera a La Lapa- que, ya bajando incesantemente, nos condujo hasta las afueras de La Alconera. Paramos un momento en un pilar a reponer el agua de nuestros bidones y enseguida tomamos otro camino en dirección norte/noreste que tras un par de kilómetros nos condujo hasta el arroyo que por el sur alimenta la presa de La Albuera de Zafra. Al no encontrar paso vadeable dado el aumento del caudal, no tuvimos más remedio que cruzarlo con el agua hasta las rodillas, para seguir la margen derecha y llegar hasta la cola del pantano por el lado este (seguir por el lado occidental hubiera supuesto alargar bastante la ruta y encontrar un terreno bastante menos practicable). Bordeamos el contorno de la presa y sobre las 15:00 h. llegamos al muro del desaguadero donde dimos por finalizada la caminata tras un recorrido total de poco más de 17 Km.

Volvimos los conductores a La Lapa para recoger el resto de los vehículos e inmediatamente regresamos a Los Santos.

Tras despedirnos de los forasteros y tomarnos las tan ansiadas cervecitas de fin de ruta, dimos por felizmente terminada otra magnífica jornada de senderismo.

Hasta la próxima.

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